19

2K 187 4
                                    

Jungkook se quedo a dormir en la habitación principal que ya habían dejado para el, les pidio ropa a cada uno de los alfas para armar un improvisado nido.

Se sentía en paz y tranquilidad, su omega nunca había estado tan comodo y eso lo hacía estar un poquito un poquito feliz.

No podía creer lo que había pasado con los alfas, se sentía sonrojar con solo recordar, aunque le preocupaba que se pusieran territoriales por su persona pero se llevo la sopresa que sabían respetarse entre ellos.

No eran alfas que solo pensaban con la cabeza de abajo, eso les hacía ganarse muchos puntos pero no se los diría, pero aunque estaba comodo no podía dormir, así que bajo para tomar un vaso de agua y se encontro con los alfas platicando, ellos no se habían percatado de su presencia.

–El es realmente bonito– dijo el mayor mientras tomaba su vaso de leche.

–Claro que si hyung, pero me hubiera gustado que durmiera con nosotros– hizo un puchero el menor de ellos.

–Mocoso, recuerda que no debemos hacerlo sentir incomodo– le dio un sape

–Yoon eso duele–le dijo haciendo un mini berrinche.

–Ya ya dejen de pelear tontos, lo podemos despertar y necesita descansar–les regaño

–Hobi tiene razón no deberían estar comportandose como bebés

–Pero Jiminie no dije nada maloo

–Ya Tae, eres aun un mocoso

Todos los alfas se estaban riendo del menor, mientras Junkook sentía a su omega revolotear de felicidad al escucharlos y verlos tan felices.

–No se preocupen por mi, no podía dormir de todas formas– dijo mientras entraba a la cocina

–¿Te sientes bien? ¿quieres regresar a tú hogar?

–Estoy bien Nam, solo que sentía que algo me hacía falta y ya se que es.

–¿Qué es kook? ¿Quieres que vayamos a comprarlo?– hablo hobi

–No hace falta chicos en serio– dijo mientras veía a cara de preocupación de cada uno de ellos.

–¿Podemos saber que te hace falta?

–Ummm, si pueden saberlo Tae

Todos le regalarón una sonrisa, ellos se estaban muriendo de curiosidad y el lo sabía pero le daba gracia verlos así.

–Ustedes, quiero dormir con ustedes pero no se como eso pueda ser posible– hizo un pequeño puchero sin fijarse.

–Oh pequeño, eso tiene una solución– se levanto– Nam y yoon vayan despejando el cuarto de juegos, Tae y Jimin vayan por las mantas y hobi be por la almohadas yo llevaré a kook al cuarto.

Todos se apresuraron a hacer lo que se les había dicho, estaban sumamente felices de que el omega haya dado el primer paso de nuevo.

No podían esperar a estar todos en una habitación como cuando eran unos niños, solo que esta vez habría una persona más y esa persona era su amor eterno.












Un poco de relleno no viene, mal.
¡Gracias por leer!

El Bonito Omega Y Sus DestinadosWhere stories live. Discover now