26.

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Jungkook abre sus ojos y se queja cuando nota que su novio se encuentra lejos en la otra punta de la cama. Se acerca y lo envuelve con sus brazos, para atraerlo a su cuerpo y abrazarlo con fuerza. Cierra sus ojos e inhala su aroma, sintiendo todo su ser moverse debido a la sensación que le genera tenerlo.

—Mhm... Tu cabello me hace cosquillas en el cuello —murmura el menor y voltea, mirando a su novio, que le dedica una sonrisa.

—Eres tan hermoso.

—Acabo de despertar.

—Sigues siendo hermoso. Cada día más hermoso.

—Cállate... —recrimina con timidez y se esconde en su pecho—. Eres demasiado cursi.

—¿No te gusta?

—Sí, pero no sé cómo responder.

—No lo hagas, deja que te admire —pide y toma su rostro entre sus manos, dejando un beso en su frente y luego por todo su rostro. Taehyung ríe e intenta alejarse, pero las manos de Jungkook contra su cuerpo se lo impiden.

—¡Aish! Detente, detente. Asco.

—Ven —beso— Aquí —beso.

—¡Jungkook! —sonríe y el susodicho se separa.

—Bueeeno.

También sonríe y lo observa con adoración. Sus ojos brillan como galaxias. Su nariz se encuentra un poco roja debido al frío de la habitación. Taehyung siente que la imagen es demasiado y la belleza de su novio es única, lo cual le da ganas de tomarlo y besarlo.

—Te amo —susurra y Jungkook abre la boca con sorpresa. Taehyung siente el pánico recorrer sus venas y se sienta en la cama, preparado para volverse nadando a Seúl.

—¿Qué?

—N-nada. Vamos a desayunar.

—¿Dijiste que me amas?

—N-no —balbucea.

Jungkook sonríe y se tira encima suyo, uniendo sus labios en un beso cariñoso y suave. Taehyung se relaja un poco y coloca sus manos en la espalda de su novio, acercándolo.

—Yo también te amo, Tae.

—¿En serio?

—Muchísimo.

—Que alivio —suspira y Jungkook ríe para luego volver a besarlo.

[...]

—Ok, ok, ok —Jungkook se mueve por todo el primer piso de la casa como si el mundo estuviese siendo destrozado por una apocalipsis zombie. Mete cosas necesarias como otras innecesarias en una mochila y chasquea sus dedos, viendo qué más puede caber dentro.

—Amor, cálmate —dice Taehyung, colocándose bloqueador solar mientras se ve en el espejo—. La playa queda cerca. Podemos venir caminando si olvidamos algo.

—No quiero que perdamos tiempo, mañana nos vamos.

Casi dos semanas desde que partieron de Seúl para visitar al padre de Jeon y las cosas han sido bastante entretenidas. Jungkook habló con su progenitor íntimamente sobre todo lo que estuvo sucediendo y Taehyung agradece al hombre mayor por ser tan comprensivo y bueno con la persona a la que ama.

Puede entender como su novio es tan buena persona si fue criado por alguien asombroso. Kyuk tiene el mismo sentido del humor que su hijo y, además de ser similares físicamente, se expresan de una manera parecida lo cual le sorprende demasiado pero tampoco le disgusta.

No puede evitar pensar en que si Jungkook llega a conocer a sus padres, la experiencia no va a ser tan buena, pero en el fondo espera que ese día jamás llegué y ellos sean parte del pasado para siempre. Se ha encargado de rechazar cada llamada, porque la relación que tiene con ellos no le hace bien por lo que es mejor que no exista. Eso es lo que piensa.

Ambos salen de la casa, con sus dedos entrelazados y caminan pocos kilómetros hasta llegar a la plaza. Se acomodan sobre la arena y Jungkook cierra sus ojos mientras deja que su novio le coloque bloqueador solar.

—¡Tae! Me pusiste en la boca.

—Silencio o haré que te la comas.

—Eres cruel —se queja tal niño pequeño y abre sus ojos cuando el contrario termina—. Quiero ir al mar.

—Deja que absorba y luego vas.

—Sí —asiente y saca una botella de agua de la mochila—. Hace mucho no venía.

—¿En serio? —Taehyung pregunta y se acuesta sobre una toalla, dejando que el sol le de en el rostro—. El clima está maravilloso, a la mañana hacía mucho frío.

—Lo sé, tenemos que aprovecharlo. A la noche iremos al centro y veremos una obra de teatro.

—No sabía que te entusiasman tanto los viajes. Dame un respiro.

—Me gusta pasear —se acuesta a su lado y deja leves caricias en su pecho—. Este lugar me trae muchos recuerdos, pero hay tantos que son malos y quiero sacarlos por completo. Cuanto más salga a pasear, más recuerdos buenos tendré.

—Está bien eso —el menor deja un beso en la mejilla del contrario y lo mira—. Tu papá me cae muy bien, gracias por traerme.

—Gracias por venir. Está encantado contigo. Es un verdadero alivio que se lleven bien y que haya podido contarle de nosotros. Me siento mucho mejor.

—Vendremos más seguido.

—¿Sí?

—Por supuesto. Y yo te llevaré a visitar a mi familia.

—¿En serio? Creí que habían dejado de hablar.

—No, otra familia. Te he hablado de Seokjin y Yoongi.

—Oh, de Daegu ¿Es verdad?

—Exacto —sonríe—. Hemos sido amigos toda la vida y seguimos en contacto. Me visitan y los visito de vez en cuando, con Hoseok.

—Qué divertido ¿Y puedo llevar a Jimin y Namjoon? Serían unas vacaciones entre amigos.

—¡Sí, adoro la idea! Se llevarían tan bien. Jimin y Seokjin definitivamente tienen la misma personalidad.

—Es cierto —afirma Jungkook y se levanta— ¡Vamos al mar!

—Aish... aún no.

—No seas aguafiestas, vamos.

—Pero Kook...

El susodicho suspira y alza a Taehyung como princesa de película. El menor se queja y patalea, en un inútil intento de escapar y Jungkook corre al agua, hundiéndolos a ambos.

—¡Aish, Jungkook! —se queja Taehyung y lo salpica. El mayor carcajea y abraza su cintura, besándolo con suavidad—. Mhm... No, estoy enojado.

—Shh, cállate, ven aquí.

Jungkook se acerca y une sus labios en un beso lento. Taehyung no puede negarse y enrosca sus brazos alrededor del cuello ajeno, atrayéndolo para sentir su boca de manera profunda. A su vez, envuelve la cintura de su novio con sus piernas y se separa con una sonrisa.

—Te amo, Jungkook.

—Yo también te amo.

Broken.Where stories live. Discover now