Capítulo 10 | Mentiras

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Unax retrocedió sin mediar una palabra. Cambió su bláster por el látigo de plasma y continuó caminando lentamente. Ratchet le observó de reojo, pero también se centró en la instalación redonda, que ya se encontraba muy cerca.

—Estate atento —insistió Unax.

—No lo dudes.

Las cajas de guitones estaban intactas. El suelo estaba cubierto de agua sucia. El más joven le hizo un gesto a su compañero. Este entendió la señal y estuvo de acuerdo, por lo que apuntó con su Nitrolanzador y disparó una bomba que alcanzó el centro del habitáculo. Las cajas explotaron a la vez y su contenido salió volando por los aires. Algunos de los guitones llegaron hasta el dúo de jóvenes que permanecían quietos a la espera de sus contrincantes. Pasados unos segundos y sin novedad alguna, Unax decidió adentrarse para recoger el resto de munición mientras su compañero le cubría la espaldas. Justo en frente de Ratchet había una figura que se arrastraba por el suelo hacia el fondo del pasillo. El joven se acercó a punta de pistola y no dudó en lanzar otra bomba cuando lo tenía a tiro.

—¡Blow! —exclamó una voz femenina que provenía desde arriba. Unax alzó la vista y allí vio a su hermana colgando de la lámpara y apuntándole con su Aniquilador—. Game Over, hermanito —dijo justo antes de disparar.

Ratchet se había dado cuenta a tiempo y le disparó primero, pero Shawa fue más rápida y su bala alcanzó a su hermano.

—¡No! —exclamó Unax. Este corrió hacia el cuerpo de su hermana que había caído boca abajo sobre el agua. Su vida se había agotado y su cuerpo desapareció en consecuencia. No obstante, la partida no había finalizado—. Tenemos que ganar sí o sí —advirtió Unax muy preocupado.

—Tranquilo —dijo Ratchet extrañado por su preocupación—. El otro chico ha debido de escapar, pero no sé cómo. Creía que había acabado con él.

De repente, el ruido que habían oído al comienzo de la partida les había alcanzado; pero esta vez, sonaba más tenebroso que nunca. La oscuridad empezó a invadir el camino por el que habían venido. Unax cogió de la mano de Ratchet y corrieron hasta llegar al fondo del pasillo por el que había huido Blow. 

—Debería ir yo delante —dijo Ratchet, pero el otro negó con la cabeza.

—Ahora tú eres más valioso —dijo—. Pero no te lo creas demasiado, pringado —recalcó Unax tras ver la sorpresa de Ratchet en su rostro—. Tú aún tienes toda la vida, así que consérvala.

Ambos continuaron de frente, uno detrás del otro. Unax aprovechó a cambiar su arma por otra de mayor alcance. Blow alcanzó una caja de Nanotec y consiguió recuperarse lo suficiente como para poder caminar con normalidad, aunque un poco cansado. Esperó paciente escondido tras la pared que doblaba la esquina al fondo del pasillo. Unax estaba listo para hacerle frente en cualquier momento. No obstante, Blow salió de su escondite corriendo hacia ellos a punta de su bláster, pero fue alcanzado por la oscuridad y la bomba que le había lanzado Unax también desapareció entre la neblina negra que los atrapó por ambos lados del pasillo.

—¡¿Qué es lo que pasa?! —exclamó Unax—. ¿Por qué no ha acabado la partida? ¡Se supone que hemos ganado!

Racthet permaneció en silencio. Estaba más seguro que en ningún otro momento que se trataba del troyano de su pendrive. El otro joven lo miró. Sospechó de él.

—¿Qué es lo que has hecho?

Ambos se desconectaron de la partida, la cual dio por perdedores a ambos equipos. Unax se sentó aturdido mientras que Ratchet corrió a desconectar su dispositivo de la consola. El más joven le vio hacerlo y le empujó consiguiendo que este cayera al suelo. Se lanzó sobre él, pero no consiguió quitárselo de las manos. Ratchet logró inmovilizar al anfitrión y después le soltó.

—¡¿Qué es lo que has hecho?! —exclamó Unax con enfado, quien aún se estaba levantando—. Ahora mi hermana no podrá despertar nunca, ¡y todo por tu culpa! —exclamó con los ojos lacrimosos.

—¿Qué le ocurre a tu hermana?

—Está paralítica... —se lamentó—. Estábamos a punto de lograr el dinero que necesitábamos con ese juego de mierda y tú lo has estropeado todo —Ratchet permaneció en silencio e intentó irse de allí sin decir nada, pero el joven se lo impidió colocándose frente a la puerta—. ¡Ese juego es todo lo que tiene! —continuó.

—Unax, lo siento, pero he de irme.

—Tú no vas a ninguna parte —replicó con el ceño fruncido. Estaba muy enfadado.

—¿Unax? —preguntó la voz de su madre, quien estaba subiendo las escaleras hacia su habitación. El chico agarró a Ratchet y lo empujó hacia la cama para que este se escondiese bajo la misma. Así hizo el lombax mientras el otro joven se acomodaba la ropa justo antes de abrir la puerta.

—¿Pasa algo? —preguntó el joven desde el umbral de la puerta. La madre se abrió camino y entro en la habitación.

—¿De dónde viene ese ruido?

—Nada —contestó inseguro—. Es solo que me he emocionado jugando.

—¿Quién más está aquí contigo? —preguntó tras ver que habían dos gafas virtuales conectadas a la consola. Unax se dio cuenta de eso justo después, pero no supo qué contestar, por lo que permaneció callado. 

—Nadie —mintió.

La madre miró dentro del armario y Unax intentó impedir que siguiese investigando, pero no lo consiguió. Ratchet salió de su escondite por su propia cuenta. La mujer sacó una pistola y apuntó al joven.

—¡¿Qué haces?! —exclamó su hijo mientras apartaba su pistola.

—¿Por qué no me habías dicho que estaba en tu casa? —preguntó ella tras volver a apuntar a Ratchet con el arma. Unax no contestó—. Esa familia no es de fiar y no quiero que este chico vuelva a pasar por aquí.

—Sé lo que hizo su familia, señora —acusó Ratchet—. Sé que usted o su marido tienen que ver con la manipulación del dimensionador.

—¿Qué? —dijo sorprendida la madre—. Basta de mentiras.

—Usted es la que debe dejar de mentir —replicó él tras mostrar el dispositivo que había guardado en el bolsillo—. Toda la información está en este pendrive, así que ya no tiene nada que ocultar.

La mujer seguía confusa. Ratchet no podía entender por qué estaba tan extrañada, pero esperó a recibir alguna respuesta por su parte. Pensó en que quizá la responsabilidad fuese solo de su marido y que a ella la haya estado mantenida al margen durante todo este tiempo.

—Fui yo —confesó Unax—. Yo manipulé el dimensionador.

Nota

Esta historia está a punto de llegar a su fin y no puedo sentirme más agradecido por todo el apoyo que he tenido. Gracias de corazón. No he olvidado los personajes de que faltan por incluir de los comentarios.

¡GRACIAS!

¡GRACIAS!

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Morada | Fanfic Ratchet & ClankWhere stories live. Discover now