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//Estoy fuera de mi cabeza, y sé que tienes miedo. Porque los corazones se rompen//

Lunes de universidad.
Realizo mi rutina como cada día de clases, media hora corriendo sobre la orilla de la calle. Regreso a casa, tomo una ducha y luego uso una mascarilla para ojeras. Después bajo a la cocina para prepararme un té.

—¿Ya fuiste a correr? —pregunta mi mamá sin despegar la mirada de un sobre. Se encuentra leyendo la correspondencia.

—Si, es buena hora para desayunar. —digo. —¿Quieres té?

—No, ya puse a preparar café para mi, gracias cariño. —Dice. —¿Ya viste que se están mudando a la mansión del frente?

—No, ¿en verdad? —pregunto. —Había visto movimiento, creí que solo le hacían más arreglos para venderla a un precio más elevado.

—No, al parecer los que le hacen los arreglos son los nuevos vecinos. —Dice. —Esperemos sean igual de reservados que los anteriores. No quisiera tener que lidiar con todo ese caos juvenil de fiestas hasta las tres de la mañana.

—Ojalá me inviten. —digo.

Mi mamá es doctora especializada en Ginecología y Obstetricia. Trabaja en el centro médico Chino Valley. Lo que implica que duerme muy poco, esto debido a cada que hay alguna emergencia en algún parto suelen llamarla. Se la pasa más en el hospital que en casa.

Mi padre es director de una empresa de seguros de vida en Los Angeles, California.
Nací en New York, mis abuelos viven ahí, así que durante la última etapa del embarazo mi madre se fue a casa con ellos porque necesitaba que alguien la cuidara después del parto; y ese alguien sería mi abuela.
La casa donde crecí se encuentra en Los Angeles, California. Luego del divorcio a mi madre le ofrecieron un trabajo mejor pagado en Chino Hills, por lo que le vendió la casa a mi padre y compró una aquí; anteriormente mi padre vivía en un departamento de renta.
Desde entonces vivo en Chino Hills y visito a mi padre los fines de semana o durante los días festivos.

Hace seis meses que cumplí 21 años, y como obsequio mi padre me regaló un auto Range Rover color negro.

Hace seis meses que cumplí 21 años, y como obsequio mi padre me regaló un auto Range Rover color negro

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Apenas este año comencé a conducirlo porque me autorizaron mi licencia para conducir.

—Hoy vendrá la señora Martha a limpiar la casa, ¿dejaste todo en su lugar?

—Si. —digo.

La señora Martha viene dos veces a la semana para realizar la limpieza de la casa, su hija y su primo viene con ella. Su hija le apoya en la limpieza doméstica, mientras que su primo se encarga de la limpieza del jardín, la cual solo se realiza una vez al mes.

—Bien, entonces date prisa para que te vayas a la universidad. Saliendo recuerda que debes pasar a recoger la ropa de la tintorería. —Dice. —Yo tendré que doblar turno hoy. Llegaré en la mañana.

Precio AltoWhere stories live. Discover now