//Encuéntrame en el pasillo//
Ayer Harold me regresó a mi casa a las 10am. Pasamos a desayunar waffles con leche fría. Mi padre lo vio y me preguntó qué le había sucedido.
Le expliqué que me defendió de un chico, y aunque no está de acuerdo con la violencia, agradeció el gesto. Dijo "Bueno, arriesgar esa cara por defenderte, debe apreciarte mucho", comentario que me hizo muy feliz.
Hoy cuando llegué a la universidad no estaba su auto. Pero más tarde me lo topé en el pasillo. Iba con los chicos del baloncesto; él volteo a verme, me dedico una sonrisa y continuó con su camino. Un "hola" y un beso en la mejilla hubiese estado mejor.
Todos en la universidad ya se enteraron de lo sucedido en la fiesta, así como de la amenaza de Harold a quien hiciera un comentario ofensivo sobre mi.
Scott no se ha presentado a clases, una chica comentó que ese día lo llevaron al hospital y le hicieron una sutura en el pómulo.
Me siento mal de haber provocado eso.
Pero luego recuerdo que Harold me besó, y olvido por completo la culpa.
Durante la comida Oliver se sentó con Harold y los chicos de baloncesto. Faltando diez minutos para retomar las clases Harold camino hacia adentro del edificio, mi celular sonó, era un mensaje de él. "Encuéntrame en el pasillo(:!"
Me levante sin dudarlo.
—Chicas, iré adentro. Debo entregar algo. —digo. —Nos vemos.
—Bien, nos vemos —Dice Ashley.
Caminé hasta ingresar en el edificio. Recargado en mi casillero está Harold mirando su celular. Levanta la vista, me mira y sonríe. Después guarda su celular.
—Hola. —Dice sonriendo.
—Hola. —Digo.
—Sólo quería saludarte y saber cómo estás.
—Estoy bien. —digo sonriendo. —¿Cómo sigue la herida? —preguntó mirando su herida para luego acariciarle ligeramente provocando que cierre los ojos por tres segundos.
—Bien, no es nada grave. —Dice. —Lamento no haberme acercado antes, pero creo que ya sabes que todos se enteraron de lo sucedido. No quiero ocasionarte más problemas con mis acciones.
—Oh, si, lo entiendo. Pero no te límites, las personas siempre encontrarán algo nuevo de que hablar.
—En fin. Debo decirte que no dejo de pensar en ti. —Dice provocando que mi corazón se acelere. —Y si te parece, me gustaría invitarte a salir este sábado .
—Oh. —No sé cómo responder a eso. El sábado iremos a visitar a mis abuelos a New York. No quiero cancelarle a mi mamá.
—Una cita. Paso por ti a la 7pm o 6pm. Y a las 10pm te regreso a tu casa. —Dice.
—Si, suena bien. Sólo que, tengo un inconveniente. —Digo. —El sábado tenía planes con mis abuelos.
—Oh, no, no te preocupes. Podemos dejarlo para otra ocasión, o si gustas salir el viernes.
—¿El viernes?
—Si. —Dice sonriendo. —Vamos a cenar y regresamos temprano.
—Bien, me parece bien.
—Es una cita entonces.
El jueves regresé a mi casa. Necesitaba buscar la ropa adecuada para mi cita. Así como hablarlo con mi mamá.
—Hola Cariño. Cómo estás. —Dice cuando abre la puerta para luego besar mi mejilla.
—Bien. —Digo y entro. —¿Y tú?
