Miré fijamente el teléfono, mi corazón latiendo en mi pecho. Deslicé mi dedo por los contactos predeterminados antes de revisar la hora y enviar un nuevo mensaje.
2:31 a.m. Suspiré pesadamente.
De nuevo pensaba en papá. No saber nada de él me hacía sentir ansiosa; más bien era una mezcla de traición, enojo y preocupación. No podía evitarlo, deseaba poder meterme en el móvil y dar con su paradero.
Bloqué el teléfono llevándolo contra mi pecho tomando profundas inhalaciones y exhalaciones. Dos segundo después, cuando empezó a vibrar, contesté con rapidez.
—Deberías estar durmiendo —susurré a través de la línea, secretamente feliz de que llamara—. ¿Por qué no estás durmiendo?
—¿Qué ocurre? —preguntó Yoongi ignorando mi pregunta.
—Nada.
Lo escuché exhalar.
—Tú no envías mensajes a las tres de la mañana sólo por nada —dijo severo.
—Egoísta número uno sigue ignorando mis mensajes. Lo llamé veinte veces esta semana y no me respondió o llamó de vuelta.
"Egoísta número uno" fue el apodo que mi hermana y yo le dimos a mi padre después de que abandonara nuestra familia. Antes, él y yo éramos extremadamente cercanos. Los únicos dos artistas escultores de la familia; y cuando se fue, una parte de mí lo hizo con él. No hablaba mucho al respecto, pero incluso cuando nunca dije las palabras, Yoongi siempre supo el peso que ello dejó en mí.
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A pesar de todo, Min Yoongi.
Romance𝗟𝗼 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗻 '𝗘𝗹 𝗠𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿𝗲𝘀'; 𝗬𝗼 𝗹𝗲 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗼: '𝗘𝗹 𝗠𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗧𝗶'. - Siete Veces Adiós. La única razón por la cual los caminos de Ji Nahee y Min Yoongi se cruzaron desde que eran muy jóvenes, fue porque sus respectivos...