•D I E C I S I E T E•

250 11 48
                                        

Narra Valentin.
Dos semanas antes...

—¿Entonces si te gusta?—preguntó Valentino por quinta vez.

—Si, boludo. Ya te dije "si" mil veces.—respondí pasando mis manos por mi rostro.

—Ay, bueno, pero no te enojes.—dijo indignado por mi contestación.

—¿Qué vas a hacer?—preguntó Tadeo.

—Igual ya sabe que me gusta, hasta le digo "amor" ni me esfuerzo por ocultarlo.—respondí.

—Te perdimos, che.—dijo Martin y asentí con mi mirada fija en el piso.

—¿Entonces?—preguntó Wawa.—¿Cuándo se lo vas a pedir?

—¿Hoy?—negué al escuchar a Tadeo una vez más.

—Quiero que sea especial.

—¿Estás seguro de que también gusta de vos?—asentí, ella misma dijo en su diario que se había enamorado.

—Cien por ciento seguro.—afirmé y asintieron.

—¿Una cita?—propuso Wawa. No era mala idea.

—¿Dónde? ¿En un restaurant de esos caros para chetos? Ahora que tenes la plata que ganaste en el quinto ponele onda, amigo.—dijo Sergio y negué, esa plata tenía otro destino previamente decidido.

—No, mejor a un lugar especial.—dije. Ya teníamos un lugar especial y recordar como la pasamos la última vez ahí me hacía querer volver a aquella noche.

—¿Lugar especial?—preguntó Tobo y asentí.

—Un parque re lindo y con banda de árboles, fuimos ahí la vez de la juntada, cuando salimos y bueno, la pasamos de re bien.—sonreí, los recuerdos venían a mi mente.

—Apa.—dijo Tadeo.—Con la cara de pelotudo que pones creo que si la pasaron muy bien.—remarcó el "muy" y negué, ya había pensado cosas que no eran.

—No cogimos, gil.—aclaré y soltaron una carcajada.

—Ahí será, entonces.—dijo Wawa y asentí.—¿te ceba tipo picnic?

—De una.

—¿Cuándo?—preguntó Valentino y me hundí de hombros.

—En dos semanas, así tenemos tiempo para organizar todo mejor.—dijo Wawa y asentí.—Capaz le podes mostrar el tema que le escribiste ya completo.

—¿QUÉ?—gritó Sergio.—¿Le escribiste un tema? Nah, boludo. Regrésame a mi amigo, señor te lo pido.—puso su manos unidas a la altura de su pecho en forma de súplica mirando hacía el techo.

—Soy yo.—respondí rodando los ojos.

—Mi amigo no se enamoraba.

—A tu amigo le rompieron el corazón.—respondí al instante ya bastante frustrado y todos guardaron silencio.

—Basta, chicos. Y Valen dejá de decir eso, Agus no es como Laura.—Contestó Wawa después de unos segundos de silencio.

—Ya lo sé, por eso me estoy dando la oportunidad de entrar en este mundo de nuevo y les pido por favor que no me hagan comentarios así por que me hacen sentir raro.—los chicos asintieron y agradecí internamente.

Era la primera vez en mucho tiempo que me permitía volver a sentir algo así de fuerte por alguien y estaba saliendo demasiado bien. Con Agus podía ser yo mismo, me había confiado una parte importante de ella, me confió sus pensamientos y no iba hacer que se arrepienta de eso.

MALDITA SONRISA; WosWhere stories live. Discover now