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[¡ El monstruo de cabello negro como la noche y ojos rojos como la sangre, será el que arruine todo!]

Era una leyenda que fue transmitida de generación en generación en el Imperio Denhelder y en la familia imperial Lowane. Algunos decían que era una profecía dejada por un mago de renombre, y otros que era un testamento dejado por un emperador que vivía en aquella época.

No importaba realmente cual fuera la fuente. La gente trataba la historia, que fue heredada de sus antepasados, como algo sin importancia; es decir, un cuento aburrido que les cuentas los niños cuando éstos piden una historia interesante. Ni más ni menos.

Así fue hasta que una vulgar bailarina, que llamó la atención de Rowain III, dirigió un barco del tamaño de Namsan al palacio.

Su hijo tenía el cabello negro y ojos rojos como la sangre.

Todos hablaban al unísono.

[Voy a matar a ese niño y arrancarle sus miembros para enterrarlo.]

Hostigado por los nobles, Rowain III finalmente acepta las peticiones. Arrojó al bebé recién nacido al río y luego lo dejó solo en un bosque lleno de leones; pero, en contra de sus expectativas, no murió. Aunque le había colocado una piedra en su pierna, no se hundió. Tampoco fue comido por los animales a pesar de que tenía todo su cuerpo cubierto de
sangre.

El niño sobrevivió y se convirtió en Raytan, cuyo significado era maldito.

En el imperio Denhelder los que tienen el cabello rubio y ojos azules pertenecen a la familia real, ya que esto era algo característico en ellos; por lo que, la presencia de Raytan era extraño. No lo aceptaban y desgraciadamente él fue torturado y amenazado. Para todos, él era un monstruo que nunca iba a pertenecer a ninguna parte.

Algunos afirmaban que un día arruinaría todo como contaba la leyenda. Así que cuando surgiera alguna oportunidad, él tenía que ser echado del castillo antes de destruir el imperio.

Pero contrariamente a las preocupaciones de todos, no había hecho nada. Es más, creció sin dar problemas a pesar del entorno que lo rodeaba.

En otras palabras, vivía como si hubiera muerto, para que nadie notara su existencia. Por supuesto, esto causó que sus medios hermanos lo acosaran; no obstante, él nunca se rebeló contra ellos.

Un muñeco viviente, un ser maldito que no importaba lo que hiciera, nunca nadie lo aceptaría.

Ese era Raytan.

Pero todo cambió cuando cumplió 23 años, específicamente, cuando su madre fue asesinada.

La culpable fue otra concubina, Yerna. De hecho, ella se había encargado de matar a muchas concubinas además de su madre biológica llamada Rize. Si nunca la hubiese asesinado, Raytan nunca hubiera dado un golpe de estado. Él se hubiera mantenido callado y se hubiera ido lejos, donde nadie lo despreciaría e intimidara.

Las cosas cambiaron de inmediato, como decía la leyenda que se había transmitido de generación en generación.

El palacio se convirtió en un infierno de la noche a la mañana porque empezó a matar a la gente como un loco. No importaba si eran sirvientes, concubinas, nobles o sus medios hermanos. Él iba a matar a todos los que eran fieles al emperador y a Yerna.

Sezh Rowain era uno de sus medios hermanos, específicamente, la única hija de Yerna, la asesina de Rize.

─Agh, agh...

La muñeca del tiranoWhere stories live. Discover now