2- No cambias, osita

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Todos andamos en busca de algo,
incluso sin saberlo...

-Alicia Stone, un gusto -saludo con un apretón de manos.

-Alexander Baker, a su servicio, ¿en qué puedo servirle?.

-He venido por una falla en el envío, ha faltado un ejemplar de "Sueño de una noche de verano" de William Shakespeare. Su asistente me ha dicho que podría venir.

-Tiene muy buenos gustos literarios, Señorita Stone. Si me permite, resolveré esto ahora mismo y esta misma noche podrá leer sus páginas. Disculpe -termina y no se hace esperar para dirigirse a solucionar el extravio.

Luego de que me empezara a aburrir, decidí explorar el despacho con la mirada, aprovechando la ausencia de su dueño. En uno de los estantes colgados en la pared, se encuentran varias fotografías, pero solo una me llama la atención.

En ella aparecen 2 pequeños niños, muy parecidos al jóven que me atendió, Alexander, creo.

-¿Fisgoneando, Señorita Stone? -recalca al verme mirando la fotografía.

-Solo miraba, ¿son sus hijos? -cambio de tema rápidamente, en parte asustada por su repentina entrada-. Son preciosos.

En su mirada puedo ver que hice una pregunta que no debía, pero aún así responde:

-Somos mi hermana y yo, cuando éramos pequeños -baja la mirada al libro que trae en sus manos y me lo extiende, lo cual me hace olvidar mi próxima pregunta.

-¡Es el ejemplar! Muchas gracias, Alex -mi emoción es notoria y su confusión también. Me avergüenza darme cuenta de mi error-. Lo siento, señor Baker.

-No lo sientas, al final no somos tan lejanos en cuanto a edad, ¿qué edad tienes, Alicia?

-Recién hace unos días cumplí los 22, ¿y ust... Disculpa, ¿y tú? -rectifico mientras él ríe

-Ya son 25 años, aunque no los aparento ¿verdad? -una sonrisa socarrona aparece en su rostro.

-Amm.. pues, jeje -tartamudeo mientras él continúa su carcajada

-No cambias, osi... Alicia -confunde mi nombre por unos segundos.

-Bueno, pues ya nos veremos Alexander.

-Claro Alicia, pásate por acá luego y me cuentas que tal te fue con Oberón y Titania -me asombro al escucharlo, pero igual le doy mi mejor sonrisa, es un chico agradable.

-Te lo contaré, cuídate -me despido cerrando la puerta.

Decidí tomar un taxi hasta la entrada de mi pueblo, ubicado a las afueras de la ciudad. Algo que caracteriza a Valley Flowers es su hermoso estilo victoriano sus preciosas calles nocturnas. De aquí en adelante iré caminando hasta mi apartamento.

A mitad de camino no puedo resistirme a entrar a uno de los restaurantes de comida italiana más famosos de por aquí, tampoco es que halla muchos.

En la Boutique se me fue la hora, ya es casi hora de cenar por lo que decido hacerlo en el restaurante.

-Buenas noches señorita, bienvenida a La Vita É Bella. ¿Tiene reservación? -indaga cortésmente uno de los camareros.

-No, pero puede decirle al dueño que Alicia está aquí.

-Espere aquí un segundo.

-Mamma mia, dichosos los ojos que te ven, querida -pronuncia Anthony en un excelente acento italiano.

-No seas exagerado, recién te visité la semana pasada, ¿cómo está mi sobrina?.

-Cada día más grande. Venga, pasa, estamos cenando los tres -me ofrece su brazo para acompañarme.

-No quiero interrumpir Antho -me excuso.

-¡Venga ya, sabes que mi hija y mi chica te adoran! -me jala del brazo, llevándome hacia su mesa en el área VIP.

Anthony es prácticamente mi hermano, nos conocemos hace años. Es el dueño de La Vita É Bella. Tiene una familia preciosa proveniente de Italia, aquí en Estados Unidos se casó con Isabella y tuvieron una bebé.

-¡Tita, Tita! -aplaude mi sobrina al verme, y la tomo en brazos mientras ella juega con mis rizos.

-¡Alicia! Siéntate, ven -me hace un espacio en el asiento dónde supongo que estaba sentado Anthony dado que este protesta.

Durante la comida nos ponemos al día y acordamos que el Domingo cuidaría a la pequeña Alicia -si, la nombraron igual que yo-.

Una vez en casa me deshago de la ropa incómoda, preparo chocolate caliente y tomo en mis manos el ejemplar del libro que tanto deseo volver a leer

«Hogar, dulce hogar»

Narrador omnisciente

Alexander daba vueltas en la cama, mientras pensaba que por fin la había encontrado.

Más no sabía que sería tan difícil desenvolver el nudo del pasado. De lo que si estaba convencido era de que sabía a quién pedirle ayuda.

-¡Tom, la encontré! Está preciosa, y sigue teniendo la misma sonrisa -le confiesa a su amigo con lágrimas en los ojos.

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Aquí está el segundo cap, ¿qué les parece Alex? ¿Quién creen que sea Tom? No olviden darle amor a la historia :)

Dato: Oberón y Titania son 2 de los personajes del libro Sueño de una noche de verano. Os lo recomiendo.

𝙄𝙙𝙚𝙣𝙩𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙘ó𝙜𝙣𝙞𝙩𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora