Amaterasu y Okuri Okami

224 55 7
                                    

La diosa del sol corría como una chiquilla por sus campos de arroz, Inari corría tras ella tratando de que no se alejara, pues en ocasiones al alejarse el frío golpeaba de lleno la tierra. Amaterasu se escabulló a como pudo pasando por los ríos cercanos, la fiesta de los dioses estaba en su esplendor y pese a haberse enojado con Tsukuyomi había salido de la cueva.

- No debería estar aquí, sabe que la fiesta es en el otro extremo, pensé que había visto a Ame... ¿Cómo es que se llama?

- Bailó bien, pero hay un aroma exquisito que me hizo salir de este lugar... ¡Quiero verlo!

- Déjalo ser Inari, Amaterasu necesita distraerse de su papel de diosa... Aunque sea un dios.

Amaterasu le sacó la lengua, la mitología Japonesa decía que la belleza y la luz que emanaba la diosa del cielo era como la belleza de una mujer, por siglos fue adorado como diosa, aunque los dioses podían tomar el sexo que deseaban. La kami de la tierra rió y vio a Amaterasu alejarse, su cabello brillaba como si fuera el sol y cuando llegó a las orillas del lago lo observó, estaba radiante desnudo y mostrando su hermoso cuerpo, era él, el Okuri Okami el demonio lobo más poderoso de la tierra. Amaterasu se acercó como hechizado por aquella imagen, jamás pensó que un demonio causaría tanto en un dios como él.

El demonio lobo se giró hacia él olafateando el aire, olía a sol y a brisa de verano, cuando abrió sus ojos se transformaron en un color del cielo despejado y los de Amaterasu en escarlata. - Mío

Dijo Okuri Okami, Amaterasu tembló y sus manos empezaron a desprender sus prendas una a una, sus miradas estaban conectadas y un hilo rojo unía sus cuerpos por el meñique pasando por la palma de la mano, enredando a ambos de formas inimaginables.

Cuando se tocaron sus cuerpos reaccionaron como si tocaran la droga y un beso marcó el destino del cielo y la tierra. Amaterasu se dejó amar por el lobo y este adoró a aquel dios con una belleza que superaba la de las estrellas. Ambos sentían su piel calentarse buscando más roces y más placer. Extaseados por el encuentro olvidaron todo, en especial olvidaron que el cielo la luna se fijaba en la altura causando furia en Tsukuyomi quien había deseado al lobo en secreto. A diferencia de Amaterasu, Tsukuyomi amaba poseer y desechar, pues era el dios más hermoso y nadie merecía su atención.

- Hermoso... Tan hermoso y delicioso que no puedo parar de probarte, necesito tu cuerpo cada día hasta el final de los tiempos.

- Okuri Okami estaré contigo hasta el fin de los tiempos.

Desde ese día ambos se encontraron día y noche amándose, Amaterasu ya no vio motivos para esconderse en la cueva por su enojo con sus hermanos, deseaba estar al lado de Okuri Okami para siempre. Ambos disfrutaban de la unión de sus cuerpos y de aquella unión se formaron tres seres llamados Ame-no-hohi, Amatsuhikone, Ikutsuhikone. Por cien años fueron felices hasta que los celos de Tsukuyomi lo tocaron, fue durante el cumpleaños de su primer hijo cuando Amaterasu le dio el nombre de Taehyung y este le dio el nombre de Hoseok.

Taehyung tenía un significado hermoso en la tierra "Todo estará bien incluso en los momentos difíciles". Taehyung eligió Hoseok pues la luz de Amaterasu se extendía por todo el país. Cada uno amaba estar en esa familia, Taehyung decidió ponerle a sus hijos nombres en otra lengua. pero antes de nombrarlos fue cuando Tsukuyomi llamó al lobo a sus aposentos, Taehyung odiaba al dios de la Luna pues siempre quería dominar el destino de los lobos en la tierra.

- Te has atrevido a profanar el cuerpo de Amaterasu, pero puedo perdonar tus actos si pasas diez noches conmigo.

El lobo sonrió malicioso, vio a Tsukuyomi y no podía creer que fuese tan cínico. - ¿Crees que soy idiota? Sé de la maldición de Inari, no voy a caer y menos a tocarte pues solo reacciono al hechizo de mi amado... Él procreó a mis hijos.

¡Hey Dios!Where stories live. Discover now