King of Fighters: Prácticas Antes del Torneo

En lo más profundo de un templo Chino, dos artistas marciales luchaban el uno contra el otro en un combate encarnizado. Ninguno de ellos parecía normal, pues el primero era un joven adolescente de entre 15 o 16 años, con cabello color verde y audífonos en sus oídos; mientras que el segundo era mucho mayor, poseía una chaqueta de cuero con el logotipo de su clan en la espalda y una banda blanca en su cabeza.

En un principio, parecía todo relativamente normal, intercambiando unos cuantos golpes y patadas sobre la plataforma de combate. El mayor de los dos era quien parecía tener la ventaja en todo momento y claramente se encontraba probando lo que el de pelo verde podía hacer, desviando todos sus golpes sin mucho esfuerzo. El adolescente pareció cansarse de esto, así que arremetió de frente con un movimiento de Kung Fu, pero como si de un milagro se tratase, su oponente comenzó a emitir fuego desde sus manos en un poderoso ataque que lo hizo retroceder y caer de espaldas.

-¿Qué pasó? ¿Te quemaste?- Se burló el mayor, todavía con su palma prendida en fuego.- No me decepciones, mocoso. A estas alturas ya deberías controlar un poco mejor tu poder.

-Está bien, Kusanagi. ¡Tú lo has pedido!

El de audífonos pareció concentrarse brevemente, cuando manos gigantescas formadas de energía pura se materializaron junto a él y comenzó a usarlas contra su oponente, quien las bloqueaba hábilmente y las rechazaba expulsando fuego. Este había dejado de ser un combate normal y se estaba tornando realmente como algo sobrenatural, pues ambos participantes poseían habilidades sobrehumanas.

-¡Deja de contenerte, mocoso! ¡Atácame con todo lo que tengas y lo frenaré con las llamas sagradas del Clan Kusanagi!

-¡Está bien! ¡Usaré mi técnica secreta!- Declaró el de cabello verde mientras concentraba toda su energía en aquellos brazos fantasmales que había materializado.

El adolescente cargó de frente, arremetiendo con ambos brazos de energía como si fueran garras y atacando sin contenerse. Sin embargo, su rival no parecía preocupado en absoluto y simplemente concentraba su propia energía.

-¡Orochinagi!

El de pelo verde no supo lo que pasó, pues todo ocurrió demasiado rápido. Su técnica había sido rechazada de algún modo y por si eso fuera poco, había recibido un doloroso impacto que lo envió a volar varios metros hasta hacerlo caer de cara contra el suelo. Ciertamente era doloroso y tan rápido que no había podido ver la técnica que su rival ejecutó sobre él, apenas estaba luchando por levantarse... Cuando la mano de su rival le ofreció ayuda para hacerlo.

-Lo lamento, Kusanagi.- Se disculpó mientras aceptaba su mano para ponerse de pie.- Al parecer mi nueva fuerza todavía no es suficiente.

-No te sientas mal, Shun'ei. Ni siquiera los mejores peleadores pueden resistir todo el poder de esa técnica.- Respondió en un tono de arrogancia.

Aquel hombre era en realidad Kyo Kusanagi, el peleador legendario, conocido como uno de los hombres más fuertes del planeta por haber salido campeón del peligroso Torneo King of Fighters en varias ocasiones consecutivas. ¿Qué estaba haciendo un hombre como ese en China, combatiendo contra un peleador relativamente novato?

Pues, después de conocerlos en la última edición del torneo y que lo ayudaran a enfrentar a una criatura sobrenatural que salió de la nada a causar caos, Kyo Kusanagi se ofreció para ayudar a Tung Fu Rue en el entrenamiento de su estudiante. El venerable Maestro del Hakkyokuseiken lo invitó a su hogar en las montañas de China para comenzar un entrenamiento intensivo y ayudar a Shun'ei a controlar esa condición tan particular que tenía.

-Ese fue un buen entrenamiento. Has mejorado mucho tus habilidades en un corto periodo de tiempo, Shun'ei.- El Maestro Tung se acercaba lentamente para felicitar a ambos jóvenes.- Veo que estos entrenamientos con el joven Kusanagi te ayudaron bastante.