Capitulo 35

621 84 29
                                    

Hola amores, como están? *Risa nerviosa*

Ratoooooo sin verlos, los quiero mucho.

No voy a hacer la nota de hoy larga, ¿porque?
Porque la explicación va a estar larga abajo.

¿En resumen para los que no les gusta mis notas?
Un semi-hiato, supongo.

Si pueden, por favor revisen la nota final, ahí voy a aclarar sobre este fic, el pasado y los futuros, por los que todos los que me han escrito, en comentarios y al interno, van a tener su respuesta ahí.

Por otro lado, espero que disfruten el capitulo 💖💖💖

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌

Litana observó como la pelirroja- Cale, había dicho la niña- se acercaba al fuego, se sentó con la niña frente a ella; y con un movimiento suave, la envolvió en la manta que su subordinado le había pasado. Con un suspiro contento, la niña- On, se recordó- se dejó caer en el regazo de la mujer.

"On," aunque el tono era de un regaño, era imposible confundir el cariño en esa cara, "no te he desenredado el cabello, cuando termine puedes dormir todo lo que quieras." Como respuesta, la niña giró y se quedó boca abajo, dejando libre acceso a todo su cabello plateado para la pelirroja. "On, por favor." Cale se rio entre dientes y acarició la cabeza de la niña.

Con una sonrisa feliz, finalmente se sentó y permitió que la mujer mayor desatara su cabello y lo dejará caer por toda su espalda. Con un cepillo sacado del bolso a su lado, la mujer realizó su tarea con diligencia, viéndose perfectamente feliz de atender a esta niña de esta forma.

"Gracias por darnos un lugar para quedarnos esta noche." Hablo de repente, rompiendo sin querer el silencio que había caído en la cueva que la observaba.

Litana, quien se sacudió como saliendo de un hechizo, le respondió.

"Es normal entre viajeros. Parece que estuvieron un buen rato en la lluvia, quédense cerca del fuego, no sea que se resfríen." Dijo.

La mujer giró levemente la cabeza para verla, mirándola desde el rabillo del ojo.

"Muchas gracias." Le contesto, sonriendo con una mezcla de dulzura y timidez.

Litana trago saliva, consciente de la mirada sorprendida de sus subordinados; escondió sus manos temblorosas con timidez.

Concéntrate, se recordó, estás aquí para salvar a tu pueblo, no para distraerte con guapas extrañas.

Con el recuerdo del fuego que atormentaba a su tierra, la calma volvió a su mente y pudo fijarse en detalles que al principio se había perdido.

Esta persona delante de ella era realmente extraña.

Nada en su postura o forma de caminar daba alguna indicación de que practicara algún arte marcial; incluso si tenía un rubor saludable en su cara que indicaba que no tenía problema de salud. Tampoco tenía ese aire que rodeaba a todos los magos.

De hecho, se veía tan delicada como una ramita; se veía y actuaba como si un poco de presión fuera suficiente para doblarla. La niña que ahora dormitaba con su cabeza en su pecho se veía más fuerte que ella. Lo que no era mucho, ya que hasta la misma niña actuaba más mimada que cualquier niño de la jungla.

La mujer ahora acariciaba la cabeza de la niña, viéndola como un tesoro; rodeando con sus brazos a la niña envuelta en la manta. De repente, frunció el ceño y puso una mano en su frente.

"La lluvia es cada vez más fuerte." Comentó al aire, aun enfocada en la niña que se empezaba a sonrojar. "On está empezando a enfermarse después de solo un dia aqui, lo mejor será salir de aquí mañana"

The history of one (1) girl and her lovely and dumb found familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora