𔘓 07 𔘓

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El mayor esperó a que el más pequeño lograra calmarse y respirar de una forma estable.

—Bien Nathaniel, comencemos con el castigo, por favor, acuéstate sobre mis rodillas.

El menor negó con nuevas lágrimas y juntó sus manitos para rogarle.

—Nathaniel, se un buen chico. Si o si recibirás tu castigo, pero de ti depende que tan malo sea.

El menor, asustado de empeorar la situación, se acomodó boca abajo sobre las rodillas de Dante, quien enseguida comenzó a bajar el pantalón junto a la ropa interior del contrario, y Nathaniel comenzó a llorar nuevamente.

—Nathaniel, no he comenzado, necesito que respires, cielo, que respires y recibas tu castigo ¿Sí?

El menor intentó calmarse lo mejor posible y apenas el mayor notó esto, dejó caer la primera nalgada, con fuerza y con su mano bien firme.

PLAS

Sobó un poco sabiendo que había empezado sin prendas de ropa que protegieran la piel del más pequeño.

PLAS

—Nathaniel, si te doy unas reglas, es para que las cumplas ¿Entiendes?

PLAS PLAS PLAS

—¡AH! ¡BASTA!

Un fuerte azote impactó justo donde empezaban sus piernas, lo cual hizo que se retorciera un poco ante el ardor.

—No grites, jovencito. —hizo una pequeña pausa, sobando ligeramente el sensible trasero del menor. —Has estado portandote mal, y no pasaré por alto tu desobediencia, vas a aprender aunque tenga que enviarte a dormir todas las noches con este traserito rojo ¿Entendido?

No hubo respuestas, pero si otro fuerte azote que hizo al más pequeño ahogar un gritito y soltar un par de lágrimas.

—¿Entendido, Nathaniel? Responde.

—S-sí, señor.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

—¡AYYY! PERDÓN —siguió disculpándose como si eso fuera a detener el castigo.

—Vas a aprender a seguir las reglas y a ser un buen chico ¿Entendiste, Nathaniel? Nada de mentir, ocultar cosas o desobedecer, aprenderás que todo tiene una consecuencia.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

El menor se retorcía y soltaba uno que otro gritito de vez en cuando. Su trasero ya estaba más que rojo, pero su castigo aun no terminaba.

—Bien Nathaniel, párate en el rincón al lado del ventanal, inclinado hacia el frente, pies separados, y manos en la cabeza.

— D-dante, p-por favor, ya aprendí —sollozó mientras se sobaba, recibiendo una una nalgada que lo hizo sobresaltarse.

—Anda Nathaniel, no hemos terminado. —dijo mientras lo ayudaba a levantarse, sintiendo su corazón arrugarse al ver su carita toda congestionada y llena de lágrimas. —Vas a esperarme en el rincón exactamente como te lo pedí, no lo volveré a repetir.

El menor lloró más fuerte al darse cuenta de que hablaba en serio, y que no lo haría cambiar de opinión. Caminó hasta el rincón, al lado del ventanal.

Al ser una casa privada, con cercas y más alejada, sabía que nadie observaria, pero aún así sentía vergüenza.

Se colocó en la posición que le había ordenado Dante, sintiendo como si pudiera ahogarse por la pena que sentía.

̨𔓕 Be a good boy ̨𔓕Where stories live. Discover now