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Miré a Jisung asustado y confundido a la vez.

— ¡Amor, ven! -gritó la señora. 

Llegó hasta nosotros otra señora.

— ¿Qué sucede, cariño?

— Mira quién vino

— Hola, Nona -dijo Jisung, sonriente.

La señora se puso igual de feliz, lo abrazó y tomó sus manos.

— Es bueno verte, niño

— Lo mismo digo. Minho -me miró- No tienes que preocuparte

— Minho... que nombre tan bonito -dijo la primera señora- Aquí pueden ser ustedes mismos. Nosotras no somos esposas legalmente porque no se puede, pero imaginamos que sí. Luchamos mucho para poder adoptar dos niños y recibimos millones de críticas, así que jamás los haremos sentir mal

— Gracias -dije.

— No sabía que tenías dudas sobre tu sexualidad, pero se ve que estás feliz, Jisungie -dijo la otra señora.

— Sabía que podía confiar en ustedes. Ni si quiera mis papás lo saben

— Gracias por darnos esa confianza, mi niño. De aquí no va a salir absolutamente nada y lo sabes. Ahora siéntense, la casa invita lo que quieran

Ambos nos sentamos en una de las pocas mesas que había.

— Ya entendí porqué te gusta este lugar -dije.

— Ellas ni siquiera son familiares míos, pero desde que venía acá les puse esos apodos; "Nana" y "Nona". Las quiero como mis abuelas, aunque no sean tan mayores. Son realmente encantadoras

— Se nota que también te quieren muchísimo

— Y no faltará mucho para que también te tomen como un "nieto", como ellas dicen -reí.

— ¿Qué van a querer, mis niños? -dijo "Nana".

— Un iced americano, por favor

— Yo igual -siguió Jisung.

— Enseguida les traigo

Se retiró y minutos después volvió con nuestras bebidas, para luego dejarnos nuevamente.

— ¿De verdad tus papás no las conocen? -di un sorbo.

— Obviamente las conocen, pero piensan que son familia, ya sabes, de sangre. Solamente saben de la existencia del lugar porque yo me escapaba, pero jamás vinieron, y dudo que lo hagan. Por cierto, sé que te diste cuenta que soltaba tu mano a cada ra...

— Entendí porqué lo hacías, así que no te preocupes. Es mejor estar así a que pase algo. Por cierto, esto está muy bueno

— Lo sé, es otra razón por la que me encanta este lugar

Varios minutos después terminamos las bebidas.
Ya nos estábamos despidiendo de las señoras.

— Espero que vuelvan pronto -dijo una.

— Vendremos más seguido, ¿no?

Jisung me miró, a lo que asentí.

— Realmente fue el mejor iced americano que probé en mi vida -dije- así que claramente volveremos

— Nos alegra escuchar eso

— Déjenme pagarles -agregó Jisung- No me gusta tener todo gratis

— No, cariño, dije que la casa invitaba. Tomen esto

Nos entregaron una bandejita a cada uno. Éstas contenían una porción <bastante grande> de cheesecake.

— Pero Nana...

— No sé si a Minho le gustará, pero sabemos que es tu favorito, y le agradecemos a él por hacerte feliz. Nos encanta verte bien, mi niño

— Solo por esta vez, pero les juro que a partir de la próxima vez pagaremos todo

— Ay corazón, deja de preocuparte por eso

Terminamos de despedirnos y nos fuimos. Llegamos a una plaza que estaba cerca. Ya estaba anocheciendo, la plaza se estaba quedando sin niños y todo se volvía cada vez más silencioso. Nos sentamos a despejarnos un rato.

— ¿Cómo te fue con tus papás esta mañana? -pregunté.

— Me dijeron que no debería andar en las casas de los demás porque yo tengo una

— Tienen razón -reí.

— Cállate, solo fue un día

— Fueron varios días

— ¿Te estás quejando?

— No, solo que no quiero que empiecen a tener una mala relación

— Lo dices por experiencia, ¿no? -me miró.

— ...

Sorry, I love you // Stray Kids; MinSung. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora