3.

70 6 0
                                    

—¿En qué tanto piensas, Shoto? -pregunta Shinso con curiosidad.—No pusiste mucha atención a la clase, eso es raro. Parecías perdido entre tus pensamientos, ¿Pasa algo malo?

—... No realmente. Solo estaba recordando.

—¿Qué cosa? -tomó asiento a un lado del bicolor. La clase ya había terminado y estaban solamente ellos en el salón como de costumbre.

—A mi padre.

—Entiendo. -el mayor sabía de la situación familiar del otro, por lo que no había duda de que era algo malo.

—Y también a mi hermano.

—Shoto, debes dejar de preocuparte por el c-

—No me estoy preocupando. Simplemente, vinieron a mi mente... Los recuerdos son distorsionados cada vez más, pero el sentimiento sigue siendo el mismo.


“—¡Y tú también vienes con nosotros, Shoto!

—¿Qué? No, lo siento, me opongo totalmente. Sé que no tengo voz en esto, pero, padre, te lo ruego, no quiero que esté inútil se meta en mi camino. ¿Recuerdas lo último que pasó? ¡Nuestro plan se arruinó por su culpa!

—Hablas demasiado como si tú no fueras un estorbo, Touya.

—Lo sé, padre. No valgo nada. Pero por eso mismo podría dar mi vida en una misión por tu bien, y él... -lanzó una mirada de desagrado total hacia su pequeño hermano. —Él no lo hará. No nos sirve, a nadie le sirve.

—... Tienes razón. Bien, iremos solo tú y yo. Encárgate de arrojarlo a un buen lugar de la calle más tarde, claro, eso es si sobrevives.

—Lo haré, padre.”


—Te lo he dicho antes, pero mi cicatriz en el hombro fue hecha por mi hermano cuando intentó matarme. Ni siquiera fue una orden de nuestro padre y aun así, él... Lo que más me molestaba en aquel tiempo, no eran los insultos, las humillaciones, mucho menos los golpes, sino la actitud estúpida de mi hermano por querer la aprobación de papá a cualquier costo. -admitió Shoto tocando su vieja herida. —Estoy seguro de que todavía camina por ahí tranquilamente, poniendo su otra mejilla a nuestro padre para recibir el golpe. Qué tontería.

—Tu dolor terminará pronto, lo juro.

—... Sí, tienes razón. -se calmó. —Cuando los haya matado, todo mi dolor desaparecerá.



>

↑ Conversación de semanas antes de su encuentro con Bakugo.


<



—Al final no necesitabas nuestra ayuda, Dabi-san. -le dijo Midoriya al mencionado, mientras caminaban despreocupados por el territorio enemigo.

—Eso es gracias a Tomura.

—¡¿De verdad?! Pero... ¿Cómo?

—No lo parece, pero en realidad es muy listo.

—¿A qué te refieres con que “no lo parezco”? ¿Estás diciendo que tengo cara de idiota? -se quejó el peli celeste cansado de tanto ir corriendo de un lado a otro.

—Creo que alguien viene. -habló Bakugo deteniéndose para mirar a su alrededor.

—Está bien, déjalos que vengan si es así.

—Dabi-san es increíble.

—Yo también le ayudé antes. -mencionó Katsuki celoso.

—Los extras no cuentan. -dijo Dabi para molestar, retomando sus pasos.

Luna de miel rojaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang