Giyuu Tomioka estaba contenta con su vida atendiendo la floristería de su incapacitada tía, hasta que accidentalmente es arrastrada al mar y al mundo de las sirenas, quedando ella y otro chico atrapados en una maldición que solo permitirá que uno so...
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Giyuu se veía mucho más cómoda en el océano la siguiente vez que fueron a la playa.
Se veía tranquila, hasta feliz.
El abrazo que Kyojuro le había dado seguía presente en su cabeza, aún podía sentir el calor de sus fuertes brazos rodeándola.
Su corazón brillaba en tono amarillento, ella nadaba un poco más cerca de la superficie con una pequeña sonrisa curvada en sus labios mientras que Tengen la escudriñaba nadando algunos metros más abajo.
Su corazón parecía una maldita lámpara, eso llamaría la atención de las otras sirenas si seguía así.
Pero, ahora podía estar más seguro de que su corazón amarillo tenía algo que ver con el amor. Lo que era completamente opuesto a un corazón azul y roto.
Las sirenas no tenían ningún uso para corazones que no estaban rotos, ¿Por qué el de ella era visible?
Solo esperaba que Tanjiro tuviese información útil esta vez.
La muchacha lo miró al sentir los ojos granate del muchacho posados fijamente en ella, su pequeña sonrisa seguía sin desaparecer de su rostro.
Las mejillas del muchacho se calentaron tenuemente y le hizo una mueca, ¡Ella no se suponía que se viese tan malditamente feliz!
—parece que alguien está de buenas. ¿Y todo por un abrazo? ¿en serio?
—no es eso... —desvió la mirada.
—no engañas a nadie, niña.
—bueno... ha pasado tiempo desde que Kyo y yo tuvimos una plática así de profunda. Y ese abrazo significó mucho para mí, ¿sabes? Siento que alivió mucha tensión entre nosotros, y es parcialmente porque me dijiste que tuviera más confianza en mí misma. Debo admitir que tus consejos no son tan malos.
—¿disculpa? Mis consejos son los mejores.
—¿Cómo hacen las sirenas para encontrarse? —preguntó mirando a su alrededor—. Tanjiro podría estar en cualquier lugar.
—no lo hacemos. Pero para nuestra suerte, Tanjiro es el tipo de sirena que suele quedarse en una misma zona durante mucho tiempo. Y si nosotros no podemos encontrarlo, él nos encontrará a nosotros.
—entonces... ¿Tengen? —le llamó.
—¿Qué quieres?
—además de buscar corazones rotos, ¿Qué más pueden hacer las sirenas?
Él la miró fijamente por unos segundos.
—la vida de una sirena es aburrida y miserable. ¿Por qué crees que queremos ser humanos con tanta desesperación? Creo que en lugar de preguntarme qué más pueden hacer, deberías preguntar qué no podemos hacer.
—muy bien, entonces... ¿Qué no pueden hacer?
—bueno, las sirenas no pueden disfrutar de los placeres humanos —bajó su mano, permitiendose tocar la arena que había en el piso, desenterrando pequeñas caracolas con estos movimientos—. Somos básicamente cascarones vacíos; un cuerpo que alguna vez contuvo vida. No somos criaturas sociales. Mantenernos en compañia es inútil, así que, ¿Por qué habríamos de molestarnos? Tampoco nos da hambre, así que no comemos. Y no nos reproducimos, no tenemos genitales, así que no hay rato sexy.
Giyuu rodó los ojos, esa última parte no le era muy relevante.
—por último, las sirenas son incapaces de amar o ser amados... la soledad es lo que nos consume. No poseemos corazones humanos, así que buscamos uno. Es el factor que guía a las sirenas a querer ser humanos nuevamente. Pero resumiendo, sardina, ser una sirena significa no ser nada en este mundo. Un espacio en blanco en la hoja. Simplemente nada...
—pero, algo no me cuadra... dijiste que las sirenas no pueden amar, ¿cierto? amor es lo que desean, pero... ¿realmente es posible desear algo que no recuerdas?, puede que las sirenas no recuerden el amor que sintieron en el pasado, pero la idea de él existe en sus mentes. Si fueron amados antes... ¿Por qué no serían amados ahora?
Se sentó en la arena.
—mi tía decía... que es normal que la gente se encierre en sí mismo de vez en cuando. No hay nada de malo con eso... es humano —sus manos comenzaron a escarbar en la arena, liberando pequeñas caracolas—. Igual que las caracolas... son olvidadas constantemente... pero todas tienen una historia. Incluso después de que la vida dejó la caracola, aún hay algo muy hermoso en ella —se reincorporó con una pequeña caracola en la mano y se la tendió a Tengen con una sonrisa sincera pintada en los labios.
—oh, corazón roto, tu alma se ha cansado...
—mierda.
—¿escuchaste eso? —preguntó la muchacha mirando a su alrededor.
—nos están siguiendo —Tengen agarró su muñeca con brusquedad y empezó a nadar—. Debemos movernos, ¡Ahora!
Una corriente brusca los separó y jaló a Giyuu lejos de su acompañante.
—¡Espera! ¡Detente!
Hizo un movimiento con la mano y la corriente se disparó hacia la sirena desconocida.
Giyuu quedó sorprendida, igual que Tengen, era la primera vez que utilizaba el vórtice.
La otra sirena también se veía confundida, de cabellos medianamente largos azabaches que se degradaban lentamente hacia un azul rey, piel pálida, hermoso rostro y preciosos ojos verdes.
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Nota de Honoka:
Actualizar a la una y media de la mañana mi maldita pasión.
Y, tengo que hacer incapíe en que... ¡Hoy es cumpleaños de nuestro otro bello y hermoso admin, Nagato! ¡niño de mi vida, te amo!
En fin, sé que dije que Pele sería Genya, pero ahora que ya terminé el webtoon creo que es un rol que le queda mejor a Inosuke.
Pasé de poner a Akaza a Genya y de Genya a Inosuke jaja.
Una disculpa, ya haré los cambios debidos cuando edite la historia.
No tengo mucho que destacar, siento que los capítulos ya están quedando cada vez más cortos y eso me frustra un poco, pero bue, espero que les haya gustado, recuerden que pueden leer el cómic original en webtoon, cuídense, tomen agüita, nos leemos luego, baiiiiii.
