Capítulo 11

20.8K 829 196
                                    



Las desgracias nunca vienen solas.


Charlie

Mierda. ¿Qué hice?

No dejo de preguntarme eso, mientras voy en el uber. No sé cómo acabe teniendo sexo con el cerdo, ¿Qué está mal conmigo? No pensé, eso fue lo que paso.

Tuve un día de mierda, y no supe cómo controlarme, además ¿como se tiene sexo con una persona que se odia? Al principio solo me exasperaba, pero ahora no soporto tenerlo cerca sin querer estrangularlo con mis manos, su sola presencia me hace estar aún más a la defensiva. Y su forma de marcar territorio en mi hoy, fue la gota que colmó el vaso. Quería gritarle y decirle todas manera en que podía joderse, pero al parecer mi subconsciente el traidor interpreto eso como si yo quisiera "joderlo" Y eso termine haciendo.

Nunca había tenido sexo por odio antes, y admito que fue alucinante, pero no me gusto que el maldito peleara conmigo por dominar, siempre tengo el control y ningún chico antes se había negado a dármelo, hasta él, cosa que me excita tanto como me saca de quicio.

—Llegamos. —me dice el chico del uber, sacándome de mis pensamientos.

—Gracias. —le hago saber.

Bajo del coche y obro la puerta del edificio y subo rápido las escaleras hasta nuestro departamento.

—Salgamos de fiesta. —es lo primero que le digo a Kim cuando entro y la encuentro leyendo un libro en el sofá.

Necesito sacarme a ese cerdo de mi mente.

—¿Ah? —me pregunta confundida y luego repara en mi atuendo— Sexy, ¿de dónde vienes?

—No importa, —le digo— ¿Vamos de fiesta?

—Claro, ¿Quieres que le diga a Brian?

—Si tú quieres.

—Está bien.

Ella se apresura a su cuarto mientras va escribiendo en su celular, que asumo es a Brian. Mientras yo entro en el baño para darme una ducha rápida, para quitarme su olor, porque sí, huelo a él, y sí, el olor es masculino, tan excitante que manda una corriente eléctrica a mi vientre cada vez que lo respiro, y está siendo tan agobiante que no puedo seguir respirándolo, si quiero mantener algo de mi cordura, porque está claro que perdí una buena parte ya. Me gusta la sensación que me provoca respirarlo, pero al mismo tiempo el disgusto es mayor, y por obvias razones no quiero tener rastros de él en mí.

Mierda.

Exclamo cuando me veo desnuda frente al espejo y noto en mis caderas la marca de sus dedos, y en mi pecho algunas mordidas y chupetones... hijo de puta. Nunca me había dejado así antes, y he tenido sexo duro.

No como el que tuviste con él

Me hace reír mi propia conciencia, porque he tenido hasta mejor.

<< Quiero que te repitas eso hasta que te lo creas>>

¡Joder! Mi conciencia y él se pueden ir al carajo.

Solo porque ambos tenemos razón.

Se supone que nuestra voz interna, nuestra "conciencia" tiene que estar a favor de nosotros, pero la mía es una jodida traidora.

Como sea, el punto es que nunca he perdido el control al grado de quedar marcada. Mierda incluso si elimino su olor de mi cuerpo sus marcas aun estarán conmigo por unos días, pero cuando desaparezcan, no quedara nada, y no pienso volver a acercarme a él, lo que paso hoy fue un error.

Overcut [+18] terminadoWhere stories live. Discover now