────𝐺𝑒𝑛𝑧𝑜 𝑊𝑎𝑘𝑎𝑏𝑎𝑦𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑦 𝑡𝑢
Un engaño fue lo que provocó que aquel bello matrimonio que por años floreció gracias al gran y puro amor que había entre la pareja, se fuera al carajo en cuestión de horas, dándole el paso a dos corazón...
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Las noches pasaron llegando asi a la mañana, Genzo se presentó a la casa alrededor de las nueve de la mañana como mucho, los empleados en aquella casa ya habían comenzado su labor
Aunque claro la aura que había era extraña, el alfa no tardó en notarlo, cuando llego fue recibido por el mayordomo y la ama de llaves, quienes se notaron algo nerviosos antes el semblante tan serio del muchacho
Wakabayashi solo se limitó a saludarlos más frio de lo normal, cosa que alertaba a los betas que había en aquella casa, sabía que algo no andaba bien, desde un inicio cuando llegaron y notaron que la señora de la casa no se apareció en lo que pasaba de mañana
Nozomi era quien desde temprano andaba despierta pero de ella no se sabía nada, tampoco ninguno entro al cuarto de la pareja pues creía que ellos se encontraban descansando y no querían molestarlos, por eso al ver a Genzo entrar los alarmó, algo paso entre ellos
────¿Donde esta mí esposa?
────Suponemos que la señorita Nozomi se encuentra descansando, ninguno a entrado a su habitación pero no ha salido en toda la mañana
Informó la beta ante la pregunta del de cabello negro, quien solo asintió y se dirigió hacia la habitación que compartía con la omega, tocó la puerta pero no recibió ninguna respuesta, volvió a tocar y nada, así que termino entrando a la habitación
Obviamente se extraño al no ver a la rubia por ningún lado, fue al baño de la habitación, no estaba ahí, así que reviso el clóset, logrando así alarmarse, saco su celular y comenzó a llamarla pero el sonido sonó dentro de la habitación, más en específico cerca de la cama, miró notando el celular sobre la mesita de luz, se maldijo internamente
No tardó en llamar al mayordomo y a la ama de llaves para una explicación que ninguno de los dos supo que decir pues no tenían la mínima idea de lo que estaba sucediendo, aún así pidieron a las demás mucamas que revisaran la mansión pero nada no había, ni un rastro de la mujer
────¿Donde rayos te metiste Nozomi?
Dijo en un susurro mientras volvía a tomar su celular y hacer otra llamada pero está vez a otro número, detrás de la línea se escuchó una voz masculina
────¿Hola?, ¿Genzo?, Vaya me sorprende tu llamada, ¿que necesitas?
────Necesito que encuentres a alguien por mí, es urgente así que hazlo cuanto antes, te pagaré bien
Respondió el alfa, suponía que Nozomi no pudo haber llegado tan lejos en tan poco tiempo y como el auto aún seguía estando en la mansión, tuvo que haber tomado otro medio como transporte, no podía perder la cordura pero debía encontrarla cuánto antes
