Love for two (kimchay/macauchay)

Happy with you (Macauchay)

Dicen que el amor a veces te golpea, fuerte y directo en el corazón. Un golpe en el pecho capaz de sacarte el aire y dejar todo tu cuerpo adolorido por la inesperada sensación.

Jamás creí que sería tan literal...

Fue un sábado cualquiera mientras iba de camino a casa, la calle estaba vacía a pesar de que apenas pasaba del medio día. Trataba de ir con cuidado, la torta que había comprado para el cumpleaños de mi madre- esa misma noche- descansaba dentro de aquella acartonada caja cuadrada mientras la sujetaba con ambos brazos frente a mi pecho. No estaba lejos, eran solo unas calles más y llegaría. Recuerdo que sonreía como tonto al pensar que Vegas se había equivocado ¿Cómo podría pensar que lo arruinaría? No soy tan torpe como piensa. Pero entonces...

-¡Cuidado!

No llegue a reaccionar, no hubo tiempo, antes de que siquiera me girase algo impacto contra mí. Caí al piso, de frente, llevando la caja conmigo y aplastándola con mi propio cuerpo en mi pecho. Sentí el aire faltarme, mis manos arder y juraría que mi ropa estaba rasgada.

Maldito cemento, la vereda ardiendo toco aquellos sitios que la ropa no cubría haciéndome gemir de dolor.

-mierda, carajo- Gruñí, el peso extra sobre mí se perdió, sentí como lentamente recuperaba el aire, pero el dolor seguía estando.

-¡Perdón! Dios ¿Qué hice? ¿Estas bien?- Apenas oí aquellas palabras, me gire lentamente con ganas de insultar a quien quiera se haya ocasionado eso.

-¡Claro que no estoy bien! Me tiraste y...-Entonces quede mudo. Aquel chico de rasgos suaves y cabellos oscuro me miraba de cerca, muy de cerca, mientras hacia un tierno puchero. Juraría que sus ojos brillaban, no estaba seguro de cómo, pero lo hacía.

-oh no- Su mano viajo a mi frente sacudiendo algo que pareció notar, yo no tenía idea, solo veía su accionar sintiendo mi piel arder donde él tocaba. Vi su mirada bajar y hacer una mueca- creo que se arruino tu postre, y tu remera- Su expresión me hizo recobrar la lucidez, a medias al menos, y bajar la mirada para ver mi ropa embarrada de crema y chocolate- lo siento mucho, es la primera vez que uso estos y soy muy malo- mi miraba volvió a él, estaba señalando unos rollers que llevaba puestos, sus piernas delgadas tenían raspones, algunos rojos y bastante grandes.

-te lastimaste- Mi mano se movió rápido hacia su piel, toque sin cuidado sintiéndome preocupado ¿Por qué lo hacía? Él solo era un desconocido, pero...

-ay- Se quejó apartando un poco la pierna, pero sin alejar mi mano, busque sus ojos al escucharlo quejarse en susurros- estoy bien, en serio, yo solo...lo siento por arruinar tu postre.

-es una torta- Corregí- era, bueno- Mire los restos de la caja mezclados con la pasta y partes de la masa aplastados en el suelo.

-¡Yo la pagare! Y la remera, en serio- Se escuchó serio y preocupado, trate de no darle importancia a eso, el chico parecía realmente preocupado.

-está bien, solo...es una torta- Me levante con cuidado, realmente me dolía todo. Cuando logre ponerme de pie lo vi, él aún estaba en el suelo, sentado de forma burda con sus piernas extendidas - ¿Necesitas ayuda?

-yo, bueno- Sus mejillas tomaron un hermoso tono rojizo que me hizo sonreír, lo vi tratando de ponerse de pie y casi cayendo de frente al piso, por lo que me apure a sujetarlo y, con algo de esfuerzo, ponerlo de pie. Lo vi trastabillar por lo que no dude en pasar mi mano por su cintura pegándolo a mí para evitar que volviera a caer- yo... gracias – Sus manos tocaron torpemente mis hombros, el movimiento previo había manchado su ropa con los restos de la torta en mi remera. Alzo su rostro, el color aun cubría sus mejillas, era adorable- lo siento.