𝑫𝒐𝒔

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Esperar. Cargando a mi hijo. ..

"¿Él es un Omega?"

Harry pareció sorprendido por un momento, sus ojos moviéndose de un lado a otro como pelotas de ping pong. Louis reprimió una risita.

"El... Sí".

Era raro pero no imposible que un hombre fuera Omega. Louis era uno de esos pocos raros. Al menos tenía algo a que culpar de sus caderas redondeadas y femeninas. Recordó tener doce años y volver a casa de esa cita médica, recordó haber ignorado los intentos de su madre por consolarlo y esconderse en su cama sollozando pensando que no era un hombre de verdad, preguntándose quién querría alguna vez a un bicho raro como ese ya que no era exactamente algo bien visto. . . También recordó a Harry metiéndose en la cama con él apenas veinte minutos después, abrazándolo fuerte y diciéndole lo especial que era, lo extraordinario que a él le parecía.

"Puedes tener bebés Lou ¡eres increíble!" Harry había dicho emocionado abrazándolo cerca y presionando su rostro contra su vientre incluso depositando un tierno beso debajo de su ombligo.

Ese había sido el día en que Louis se había enamorado perdidamente.

Un mes después Harry anunció con orgullo su estado de Alfa y sus madres comenzaron a mirarlos de reojo.

"Él es la cosa más hermosa que he visto". Harry agregó en voz baja. "Y me mata saber que él piensa diferente".

Con el corazón en la garganta Louis se obligó a sonreír. De repente quiso conocer a este chico Omega perfecto y ver por sí mismo si realmente era todo lo que decía Harry.

"Suena demasiado bueno para ti". Bromeó.

Harry sonrió pero se veía como una sonrisa triste y asintió. "Lo es, no lo merezco".

Esas palabras enojaron a Louis. ¿Cómo podía Harry pensar eso? ¿Su hermoso, dulce y amoroso Harry? Si alguien no lo merecía era este chico. Louis lo odiaba por hacer que Harry se sintiera de esa manera.

"No seas ridículo". Se volvió hacia Harry y agarró su mano con fuerza. "Harry eres asombroso, eres la persona más considerada, amorosa y sincera que he conocido. Cualquiera sería bendecido si tú los amas y si él no puede ver eso entonces es el que no te merece". Yo no te merezco.

Harry lo miró con algo que rozaba la exasperación, una pequeña arruga se formó entre sus cejas. Louis se preguntó por un momento si había dicho algo incorrecto o peor aún si había revelado sus sentimientos.

"Realmente no tienes idea, ¿verdad?"

Confundido Louis se mordió el labio y jugó con el dobladillo de su suéter. "No entiendo-"

"¿Honestamente no sabes a quién he estado describiendo?"

Louis negó con la cabeza, su rostro se arrugó mientras consideraba las opciones. "¿Liam?"

Harry suspiró ruidosamente y cayó de espaldas sobre la cama, casi tirando a Louis al suelo cuando el colchón rebotó.

No queriendo ser un mal amigo Louis se dejó caer a su lado dispuesto a escucharlo todo sobre su enamoramiento aunque eso lo matara. "Vamos Haz puedes decírmelo. Sabes que nunca delataría".

Harry se giró para mirarlo. "No importa... ni siquiera importa. Él nunca me miraría".

Louis se burló y se puso de lado, apoyándose en su codo. Pasó una mano por los rizos de Harry como siempre lo hacía cuando su amigo estaba estresado o necesitaba consuelo. Era egoísta disfrutar de un gesto tan inocente pero eran las pequeñas cosas las que hacían que Louis siguiera adelante. "Harry eres uno de los chicos más populares de nuestra escuela. Podrías tener a cualquiera y a su abuela. Dudo que eso sea un problema".

𝑱𝒖𝒔𝒕 𝑨𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑶𝒓𝒅𝒊𝒏𝒂𝒓𝒚 𝑫𝒂𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora