IDIOTAS| *Harringrove*

"6"

Max se quedó dormida, por lo que Billy con fastidio, tendría que llevarla cargando hasta su auto.

—Nos vemos luego, princesa. — Ahí estaba Billy de nuevo, con su gran sonrisa coqueta.
A Steve le sudaron las palmas de ambas manos.

—S-Si, Adiós.

Mientras cargaba a Max, Steve le abrió la puerta de la casa.

Steve se recargo en el marco de la puerta, pensativo, mientras admiraba el como Billy metía a Max al coche con una sola mano.

Billy volteo a verlo y sonrió, Steve ante el gesto levantó una mano tímidamente, estaba levemente sonrojado, pero, ante esos pensamientos, simplemente azotó la puerta de su casa y se dejó caer sobre esta.

El corazón le latía como loco, pero el quería convencerse de que fue por la película, lo había acelerado y todavía no se recuperaba del susto.

Si, solo eso.

Al día siguiente, amaneció en el sillón, al parecer nunca subió a dormir a su cuarto.

Le dolía la espalda, el sillón era muy cómodo pero Steve adoptó una posición muy extraña.

Rápidamente se levantó al ver la hora, ya era bastante tarde, al parecer si pudo dormir hasta tarde, ese día sería SU día, iría a la casa de Nancy, a tratar de reconquistarla, a pesar de saber que le gustaba a Billy, no podía darse por vencido como Nancy, él la amaba a ella.

Se vistió, trató de verse lo más galán posible, si quería conquistar de nuevo, tenia de intentar con todo.

Paso 20 minutos peinándose, tenia que estar perfecto.

Compró un ramo de rosas rojas en el camino y estuvo todo el camino practicando lo que le iba a decir a Nancy cuando tocara la puerta de su casa.

Los últimos días que la había visto, las cosas habían estado incómodas, pero, no se daría por vencido, aún no.

Llegó y estacionó su auto fuera de la casa de los Wheeler.

Agarró el ramo y salió.

Practico una última vez, antes de darse valor para tocar la puerta.

—Escucha. He estado pensando...te amo, lo siento. —Hizo una pausa— Demonios ¿Por qué me disculpo?

Siguió avanzando hasta la casa, pero fue interceptado por Dustin.

—Steve!

Steve miró al chico, extrañado.

—¿Son para el señor o la señora Wheeler?

Miro las rosas y luego a Dustin—No.— contestó algo dudoso.

Dustin le arrebató las rosas de la mano y siguió caminando.

—Oye, ¿Qué haces?

—Nancy no esta.

—¿Dónde está?

—No importa. Tenemos problemas más serios que tu vida amorosa.—Dustin hizo una pausa ora abrir la puerta del coche de Steve. —¿Aún tienes el bate?

—¿Bate? ¿Cuál bate?

—El que tiene clavos. — Dustin dijo esto con un tono de obviedad mientras movía el ramo en círculos.

—¿Por?— Steve estaba molesto, sus planes de conquista de habían frustrado.

—Te explicó en el camino. —Dijo el Chi con mientras se sentaba en el asiento del copiloto.