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Pasaron dos horas desde esos sucesos cuando Jeongin volvió en sí, abrió los ojos detenidamente mientras muchísimos recuerdos golpeaban su mente, miró a los lados observando que estaba en una casa muy lujosa.

¿Había muerto?

Escuchó algunas voces afuera de la habitación y parecían dirigirse hacia donde se encontraba él, por eso mismo cerró sus ojos y se recostó bien. Cuando escuchó abrirse la puerta esperó lo peor.

- Va a estar bien, solamente encárguese de darle estas pastillas joven Hwang.

- Muchas gracias doctor, pase con Changbin para que cubra sus honorarios.

- Estoy a sus órdenes.

Nuevamente escuchó la puerta abrirse y él también abrió los ojos encontrándose con el dueño de sus pesadillas viéndolo de una manera muy neutra, estaba sentado sobre un sillón vistiendo una camisa negra de satín y unos pantalones de mezclilla.

- Pensé que ibas a morir - fue lo primero que dijo Hyunjin.

- Padezco claustrofobia, me da ansiedad con este tipo de situaciones.

- Eso no estaba en tu expediente.

- ¿De qué hablas?

- Investigué a la persona que arruinó mi vida, quería darte un escarmiento, pero casi termino en prisión.

- Oye lo lamento por lo de tu boda, pero pudiste solucionar esto de otra manera - se puso de pie.

- Felix ya no quiere saber nada de mí por tu maldita culpa, ni siquiera porque he intentado por todos los medios decirle que jamás en mi vida te había visto.

- Lo siento - nuevamente tomó asiento en la cama.

- ¿Por qué lo hiciste imbécil?

- Alguien me pagó para impedir una boda, necesito el dinero si es que no quiero perder lo único que tengo de mis papás y mi último año de universidad.

- Ajá ¿y?

- Y me equivoqué de Hyunjin.

- Arruinaste mi boda.

- Nadas en dinero, puedes comprar cualquier cosa para tu novio.

- Él no es de ese tipo, él no anda tras el dinero, pero parece que tú sí.

- Por lo menos lo hago de manera digna, a mí mis papás no me dejaron nada ni nací en cuna de oro.

- Tú no sabes nada Yang.

- Tú tampoco así que cállate.

- ¿Qué harás para pagar por todo lo que me has hecho?

- Estás loco, no tengo por qué pagarte todo.

- ¿Quieres que te recuerde todo lo que he gastado por tu culpa?

- No es nada.

- Casi un millón de dólares en una boda que tú arruinaste, más de $1,000 dólares por una consulta y medicamentos, ¿tienes para pagarme?

Entonces ahí Jeongin entró en crisis, ¿cómo iba a pagar todo eso?, si bien no tenía por qué poner un centavo de la boda, se seguía sintiendo culpable por haberse equivocado, se notaba a leguas que ese pelinegro quería demasiado a quien sería su esposo.

- Puedo trabajar para ti.

- ¿De qué? no creo que seas muy útil.

- Idiota, he tenido muchísimos trabajos de medio tiempo, los que sea que tú te imagines.

𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗮𝗽𝘂𝗿𝗼𝘀 ❁ hyunin Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt