Parte 11

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Una hora después...

Ricardo seguía descansando en el colchón, sin embargo no podía de dejar de pensar en Giselle, ya que sentía que la tenia muy cerca, en ese mismo momento, el secuestrador entro a dejarle comida.

Secuestrador: Mira te traje el desayuno.

Ricardo: Que le agregaste.

Secuestrador: Sal y pimienta, (EL SECUESTRADOR DEJA LA BANDEJA DE COMIDA EN EL SUELO), lo comas o no lo comas ya estas aquí, porque te lastimaría.

El secuestrador se va del sótano, al mismo tiempo que Ricardo se dirigió hasta la puerta, Ricardo descubrió que la puerta estaba abierta, Ricardo estuvo a punto de salir, pero de repente el teléfono comenzó a sonar, por lo que apresuradamente lo contesto.

Ricardo: Hola, hola.

Teléfono: No vayas a subir.

Ricardo: Eres César.

Teléfono: Quien es César.

Ricardo: Que, yo estaba hablando con César, el juega béisbol.

Teléfono: No jugamos béisbol aquí, yo repartía periódicos.

Ricardo: Entonces tu eres Miguel Garrido.

Miguel: Tal vez, pero por favor no vayas a subir.

Ricardo: Porque que es lo esta haciendo.

Miguel: Te espera con ese cinturón, no te dijo que fueras y si intentas salir, te castigara te golpeara tanto hasta que desmayes, le rogaras, le pedirás que pare, todos lo hicimos, pero seguirá como si nada y duele, duele muchísimo...

Ricardo: Miguel, Miguel, hola.

Ricardo se quedo atónito por lo que Miguel le había dicho, decidió dar un vistazo hacia fuera, Ricardo se dio cuenta que Miguel le dijo la verdad, ya que el secuestrador estaba sentado en una silla con un cinturón en mano, Ricardo contuvo las ganas de gritar, solo se quedo inmóvil por un segundo, regreso al sótano y comenzó a comer, después de que termino se acostó en el colchón.

Una hora después...

Ricardo estaba intentando dormir sin lograrlo, pero por algún extraño motivo no podía dejar de pensar en Giselle, sus pensamientos fueron interrumpidos por el teléfono, por lo tanto lo contesto.

Miguel: Dijiste que llamo Miguel verdad.

Ricardo: Miguel Garrido.

Miguel: No me digas así.

La botella de refresco comienza a moverse sola.

Ricardo: Como te digo, que recuerdas.

Miguel: Ya te dije que repartía periódicos.

Ricardo: Ok, repartidor.

Miguel: Al frente de ti el piso esta separado hay escondí un cable agárralo.

Ricardo: Y que tengo que hacer con eso.

Ricardo mira que la botella de refresco cae al piso y señala la rejilla, Ricardo saco el cable del piso, intento meterlo en rejilla sin éxito, por lo que agarro una alfombra, con eso logro que el cable entrara en la rejilla, Ricardo trepo para poder salir, pero la rejilla y Ricardo cayeron al piso, Ricardo estaba muy molesto ya que no podía escapar y solo se acostó.

ACECHO AL ATARDECERWhere stories live. Discover now