sei; día 3

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su mañana no fue tan interesante como esperaba, no tenía nada planeado para hoy así que solo salió del recinto de las cabañas y se puso a explorar los alrededores.

por ahí encontró un local que arrendaba bicicletas, no lo pensó dos veces cuando ya había tomado una y se encontraba pedaleando con tranquilidad admirando el pequeño pueblo.

sin darse cuenta estuvo toda la mañana fuera y ya eran casi las dos de la tarde y su estómago ya lo sentía, así que pedaleó unos minutos más hasta encontrar un pequeño y hogareño restaurante el cual era atendido por una dulce mujer, comió el mejor plato de pasta que jamás haya probado y probó diferentes tipos de vinos.

al volver estaba demasiado cansado así que sólo llegó a tirarse en la cama, habló con su amigo durante un buen rato y luego cayó dormido

⋰˚☆

—¡no seas tramposo!

—¡no lo soy, tu eres mal perdedor!

—oh callate.

harry se acuesta de espalda con los brazos cruzados sobre su pecho desnudo y lanza las cartas que tenía en la mano al suelo, louis simplemente ríe.

cuando por fin despertó de su siesta, casi dos horas después, salió de la cabaña para ver que podía hacer afuera.

se encontró con harry, no lo había visto en toda la mañana.

estaba regando y cuidando flores de la forma más amorosa y cuidadosa que jamás haya visto.

se acercó a él y no les dificultó para nada iniciar una fluida conversación.

hasta que la invitación por parte del rizado de ir al lago le fue hecha.

louis aceptó gustoso.

así que aquí se encontraban ahora, harry quizás algo molesto, claramente en broma, porque lleva perdiendo todas las partidas de cartas.

—vamos, juguemos una más y seguro me ganas. —empuja amistosamente el brazo del rizado—

—me tienes que estar jodiendo, ¡si llevas ganando cada una de las partidas!

—no es mi culpa ser tan bueno, ricitos.

harry no lo puede evitar y se sonroja, cubre con sus manos su rostro para intentar ocultarlo.

—tengo una mejor idea, hay que bañarnos en el lago.

—vamos.

—¡el último que llega invita la cena!-grita mientras se levanta y corre en dirección al lago que estaba a un par de metros de ellos—

—¿con que derecho me dices a mi que soy tramposo? -louis suelta una carcajada y simplemente camina tranquilo detrás del rizado, sonríe cuando este se hunde en el agua—

cuando harry sale a la superficie, sus rizos están completamente mojados y pegados a su rostro, mira atentamente al mayor cuando este se quita la polera quedando solo en su short de baño.

louis al notar esto sonríe de lado y levanta ambas ceja mirándolo con diversión, el rizado se sonroja y vuelve a hundirse en el agua.

aprovechando que no lo ve corre para meterse en el lago, lo busca por debajo del agua y cuando lo encuentra lo agarra por la cintura para asustarlo y lo saca a al superficie.

—¡louis! dio, mi hai quasi ucciso (dios, casi me matas) —cierra los ojos por un momento y luego suelta una risa—

—por tramposo te pasa. —ríe también —

cuando ambos se calman son conscientes de la posición en la que están, louis rodeando la cintura de harry con sus brazos y este con sus manos en los hombros del mayor, quizás un poco muy cerca.

—perdiste, me debes una cena. —dice suavemente el rizado mirando atentamente los azules ojos frente a él —

—ningún problema, ricitos. —sonríe de lado—

⋰˚☆

el rico olor de las verduras cocinandose en el sartén, el cigarro entre los finos labios del castaño y el vino de sus copas entraba por sus narices y los hacían sonreír tanto que sus mejillas dolían.

comentarios y anécdotas graciosas por parte de louis tenían a harry ahogándose de la risa.

—¡d-dios no puedo! —estalla en risa sujetando su estómago—

louis suelta tranquilas risas mirando con diversión al rizado mientras fuma y sigue cortando verduras.

cuando las verduras están listas, toma unos cuantos trozos en un tenedor y se acerca al rizado que está sentado en la encimera para darle a probar.

—wow... está realmente exquisito, muy muy bueno. —saborea con calma la mezcla de verduras—

—no es para tanto. —niega y rueda los ojos—

—si lo es, está delicioso. —vuelve a abrir la boca demandando más comida—

louis ríe y vuelve a darle más de las verduras

luego de unos minutos la comida estaba lista, harry acomodó los cubiertos y copas en la mesa mientras louis servía la comida en los platos.

cuando por fin se sientan a comer harry hace un brindis.

—salud por el chef. —dice de forma burlona alzando su copa—

—oh callate... —le pega suavemente en el brazo y alza su copa también— salud por ti.

chocan ambas piezas de cristal y beben sin dejar de mirarse a los ojos.

comienzan a comer, sus paladares siendo deleitados por los condimentos y sabores, era una noche simplemente mágica y muy muy especial.

la conversación fluía entre ambos con naturalidad, el ambiente era cálido.

el corazón de louis no paraba de latir con fuerza, después de tanto tiempo, tanta soledad y tristeza se sentía acompañado, feliz.

no sabía si era el lugar o la persona frente a él pero lo que sí sabía era que quería quedarse por siempre en ese paraíso.

⋰˚☆

find me; l.sWhere stories live. Discover now