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Cada uno de los dos pequeños estaba madurando a pasos bastante agigantados, más Jisung, de alguna manera con los años su madre iba tomándole más rencor a su hijo, y realmente la historia era muy triste como para que le tomara odio al pequeño Jisung.
Taeyeon decidió tener una relación con el padre de Jisung a la temprana edad de 16 años, teniendo toda una vida por delante pero decidiendo arrunarla de la peor forma posible. Se embarazó producto de una relación tóxica que nunca funcionó por más que Taeyeon quiso intentarlo, al final, Jisung terminó naciendo un frío y deprimente 25 de abril del 2004, teniendo taeyeon 17 años recién cumplidos.
Desde ahí su vida solo comenzó a ir de mal en peor, el padre de Jisung la abandonó, dejándola con un pequeño Jisung el cual no fue planeado y, por ende, todo el odio de taeyeon siempre iba dirigido a él, siempre sería así.
Desde el primer año de vida de Jisung, lo único que ganaba era insultos de la mujer que se hacía llamar "su madre".
"Jisung, ¡Eres un estúpido!, Es imposible que no sepas hacer una simple suma".
"Jisung, ¿No crees que ya estás muy grandesito para llorar?, ¿Acaso eres un maldito cobarde?"
Y esos insultos eran lo menos que Jisung recibía día con día, y conforme crecía todo solo empeoraba más y más, y ahora que tenía 12 años recién cumplidos, las cosas no podían ir peor.

- ¿Otras vez irás a ver a esos estúpidos, Park?, De verdad no entiendes que eso de la guitarra solo te está pudriendo ese pequeño cerebro tuyo

- Siendo sincero mamá, ya no me importa, nada de lo que digas me importa ahora

Jisung había cambiado demasiado en 2 años, ahora tenía rastas, su pelo se había hecho un completo desastre, pero, ¿A quién mierda le importaría eso? , ese estilo le gustaba y mientras él estuviera contento, nada más le importaba, ¿Era muy maduro para su edad?, Claramente lo era, pero nada importaba realmente.

- wuuu!, ahora resulta que le gustas a todas las chicas de la escuela, ojalá ser tú - su cara se volvió un pequeño :c, obviamente falso, nadie querría tener la vida de Jisung -.

- Ay por favor, saben que a mí no me importa ninguna chica, no me importa ninguna persona que no sea Zhong Chenle.

Cada que hablaba del chico sus ojos brillaban casi como si las mismísimas estrellas estuvieran dentro de ellos, conforme crecía su amor por Chenle solo crecía más y más, y de igual forma, también se veía obligado a ocultar sus sentimientos por miedo a ser brutalmente rechazado y quedarse sin Chenle, sin el que sin pensarlo se había convertido en el amor de su vida.
Por otro lado, Chenle tampoco se había librado de esos sentimientos tan lindos hacía Jisung, aunque Chenle seguía siendo ese pequeño niño tímido y despistado, se sentía en su lugar seguro con Jisung, sabía que el siempre lo iba a proteger y jamás por nada del mundo lo dejaría solo, se sentía feliz, estaba feliz de saber que tenía a Jisung a su lado para protegerlo de todo.

- Eres tan cursi cuando se trata de Chenle.. quién lo diría, el fuckboy de la clase enamorándose del tímido, que cliché

- Que baboso eres

- Pero así me quieres, ¿Qué no? — la sonrisa de Jaemin podía iluminar mil ciudades, era la sonrisa más hermosa que se había visto en el planeta tierra —.

- Y hablando del rey de roma...

Chenle se acercaba con sus pasos pequeñitos, Jisung no podía sentir más ternura en su cuerpo, todo lo que venía de Chenle para Jisung no podía ser más hermoso, el mayor no pasaba un día sin preguntarse como el pequeño de mejillas regordetas podía ser tan lindo y tierno, era una duda que para Jisung jamás tendría una respuesta.

- Hola Sungie - sus ojos se volvieron prácticamente nada, el corazón de Jisung latía mucho más de lo que debía, no sabía ocultar lo mucho que Chenle le alegraba los días, y aunque sus amigos no decían nada en ese momento, cuando estaban solos le hacían las peores burlas al mayor -.

- Hola Lele, ¿Cómo estás?, ¿No te han hecho nada malo hoy? 

- Nop, nada de nada Sungie

Mentira tras mentira, Chenle sufría de acoso y burlas hacía su persona (hacía su físico especialmente), casi todos los días, y siendo tan frágil y tan pequeño, Chenle no tenía ni una mínima oportunidad de poder defenderse, estaba perdido en una oscuridad que solo Jisung podía iluminar, pero para Chenle, él solo era una carga más en la vida de Jisung, y, siendo sincero, no quería serlo nunca más, sabía que Jisung siempre trataría de ayudarlo sin malas intenciones y, al contrario, lo ayudaría con toda la felicidad del mundo, pero Chenle se negaba y siempre se negaría, si tenía que aguantar ser rechazado y maltratado para no ocasionarle más problemas a Jisung, entonces eso haría.

- Lele, ¿Estás seguro que hoy todo estuvo bien?, me pareció ver al estúpido de Haechan tratando de tirar tu comida de nuevo

- Sí, estoy bien, no hay nada por lo que debas preocuparte, Sungie - en parte dolía, dolía tener que ocultar toda la verdad sobre una sonrisa falsa, pero algunas veces, el amor gana sobre la honestidad de un ser humano -.

- Está bien Lele, sabes que siempre podrás confiar en mi, jamás sería capaz de dejarte solo, me odiaría si algún día lo hiciera

La casa de Chenle estaba frente a sus ojos, así que ambos tuvieron que deternerse para poder despedirse como ya era una costumbre, dandose los abrazos más largos que en parte, ambos quisieran que fuera un pequeño beso. 

Apenas puso un pie dentro, Chenle salió corriendo a su habitación, no tenía ganas de hablar con nadie, ese día estaba más harto que nunca, ya no quería vivir la vida que se había escrito para él, por el simple hecho de que esa jodida vida era la peor que se había inventado jamás, estaba alto de esos insultos, harto de tener que aguantar como Haechan y sus amigos siempre tiraban la comida que su madre le preparaba con tanto amor solo para él, y sobre todas las cosas, estaba harto de que se burlaran de él y de Jisung, no quería que siguieran llamándolo "maricon" solo por no poder defenderse solo, pero también sabría que jamás lograría ganarle a unos grandulones cómo Haechan y su pandilla, lo único que podía hacer era llorar y llorar, tenía el apoyo de Jisung, el de su madre, el de su padre y el de toda su familia, y aún así, Chenle seguía sintiéndose jodidamente solo.
Lo único que tenía claro era una cosa, aunque no quisiera aceptarlo, Jisung siempre iba a ser su primer y último salvador.

"My first and only one"- JiChenWhere stories live. Discover now