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13 años recién cumplidos.

Una cifra que quizás sería normal para cualquier otra persona, pero no para Jisung, oh no.
Ignorando el hecho de saber que jamás iba a tener una fiesta por parte de su madre, estaba feliz, en dos años más podría decirle adiós a todas las cosas que lo atormentaban y mejor aún, podría librarse de la bruja de su madre, de esa mujer que en lugar de tenerle cariño, siempre parecía que lo quería más muerto que vivo, pero a Jisung no le importaba una mierda lo que pensara su madre, tenía 13 años ahora, ¡13!, tendría que esperar dos años más de miseria para poder ser feliz junto con su querido Lele.

Sus rastas se habían ido ya hace un tiempo, y como regalo de cumpleaños, él mismo ahorro un poco de dinero para ir con el peluquero Taeyong por unas rastas más lindas que nunca. A Chenle no le gustaban mucho, pero al final decidió hacerlo, lo de menos era cortar su pelo después si chenle comenzaba a ignorarlo como la última vez que tuvo ese estilo en el cabello.

- ¿Entonces lo mismo de siempre, Jisunggie? — el hombre le dió una cálida sonrisa mientras ponía una toalla alrededor de los hombros del pequeño —.

- Si porfavor, señor Taeyong

- Jisunggie, te he dicho que no me tienes que decir "señor Taeyong", con decirme Tae está bien — su sonrisa jamás desapareció —.

Taeyong conocía a Jisung básicamente desde que el pequeño nació, vió el embarazo de Taeyeon, vió cuando su padre los abandonó dejándolos sin saber que hacer, sabía de todos los maltratos de taeyeon hacia Jisung, lo sabía absolutamente todo, la pregunta aquí era, ¿Y Taeyong como sabía de todo esto?, Porque él era el mejor amigo del padre de Jisung, Park Yun Oh.
Jaehyun, como Taeyong le decía, tuvo que abandonar a su hijo por la simple razón de que no se sentía preparado para cuidar a un bebé, la excusa más estúpida del universo. Antes de irse, Jaehyun le pidió a Taeyong que cuidara de su hijo, aunque fuera de lejos. Tenía mucha culpa de irse, pero al final, tampoco era como que quería quedarse para ver crecer a su hijo.
Taeyong había sido (desde lejos), como un padre postizo para Jisung, y el pequeño se sentía bien hablando con él, sentía que podía contarle todo y que Taeyong nunca se cansaría de escuchar sus azañas, incluso fue a uno de los festivales del pequeño, específicamente en donde Jisung tuvo su primer solo de guitarra.
Taeyong se sentía como si fuera su papá, y aunque realmente no lo era, sabía toda la vida del pequeño, incluso algunas veces se ponía a jugar juegos de mesa con Jaemin, Jeno y Jisung.

- ¿Porqué estás tan aferrado a las rastas?

- Porque se ven bonitas

- Pero son muy difíciles de quitar, ¡Además tienes 13 años jovencito!

- Pero en mi se ven bien, ¿No, Taeyong Hyung?

- Claro claro, lo que tu digas señorito Park

Ambos rieron al unisono, cuando estaba con Taeyong, Jisung era sumamente feliz, quería mucho a su Hyung y esperaba no perderlo nunca.

Taeyong había terminado su trabajo, y aunque siempre trataba de ignorar el hecho de que Jisung quería pagar, de alguna manera el pequeño siempre terminaba ingeniándoselas para meter algo de dinero en el mandil que Taeyong siempre portaba, y al final Taeyong tenía que aceptar ese dinero más que nada siendo forzado a hacerlo.

- Hasta luego Taeyong Hyun- digo, ¡Adiós Tae!

- Cuídate Jisung

Taeyong sonrió, quería a Jisung como si fuera su hijo, puesto que sabía que él y su esposa no podrían tener hijos debido a que ella era estéril. Para Taeyong, Jisung era como ese pequeño niño que nunca tendría, por eso siempre quería verlo feliz, trataba de cuidar de él el tiempo que podía hacerlo, quería ver crecer a Jisung y quería ver a su tan soñada banda poder debutar.

"My first and only one"- JiChenWhere stories live. Discover now