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Changmin estaba sentado concentrándose en respirar. Era raro respirar cuando realmente pensabas en eso, porque pensar en respirar tenía que ser mucho mejor que pensar en Sunwoo.

Debía pensar en cualquier cosa menos en Sunwoo.

Pero todo lo que quería era a Sunwoo.

Estúpido idiota, extraña tocar su perfecto cabello negro, su suave piel, oír su sexy voz, besar sus carnosos labios.

Primeramente estaba enojado con el, Changmin sabia que Sunwoo tenia demasiado miedo y lo enojaba que todos esos momentos por la que pasaron juntos no fueron suficiente como para que el moreno confiara en el y le diga realmente lo que le atormenta.

Contradictorio a su impulso de siempre actuar antes de pensar, el rubio cuando se trataba del alto, debía actuar con la mente fría.

No sabia si el amor que le tenia a Sunwoo lo cego tanto que ahora estaba justificando cada acto suyo, pero es que Kim tenia razón.

Changmin era huérfano y por ende no sabia lo que era tener la presión de cumplir expectativas.

Kim Sunwoo era perfeccionista, cada cosa que hacia debía ser bueno y también debía ser aprobado. Creció con prejuicios y le enseñaron distintos valores desde que era muy pequeño.

Suspiro frustrado, sabia que Sunwoo estará más que arrepentido con lo que había hecho, pero no se lo pondría fácil, era hora que Kim Sunwoo tenga una lección y se haga cargo de sus actos, que se de cuenta que el también comete errores.

Pero mierda como lo extrañaba.

Extraña estar sentado con el, que su espalda descanse en su pecho, mientras el moreno lo abraza por la cintura. Extraña sentirse cálido y maravilloso abrazado por el.

Extraña sentir como Kim le dejaba pequeños besos en su cuello, mientras se estremecía de placer con sus ojos cerrados placenteramente.

Extrañaba sentirse tranquilo y quieto mientras los suaves labios cubrían su piel con tanta dulzura, que la boca de Sunwoo se deslice sobre él y sentir que se le erizaba la piel.

Changmin recordó con nostalgia como tenía la manía de tirar la cabeza para atrás y que Sunwoo baje su rostro para darle los tiernos besos que le encantaba.

Changmin podía recordar claramente la sensación de la lengua de Sunwoo sobre la suya, el sonido de los suaves gemidos, los dedos de Kim pasando por su cabello.

Sacudió su cabeza tratando que los recuerdos se fueran. Solo esperaba que ese infeliz este sufriendo peor que cuando había desaparecido por una semana y el estaba bajo esa poción de mierda.

Cogió una revista y la miró fijamente, sin leer una sola palabra.

— Min — llamo Yoshi adentrándose al cuarto mientras se colocaba una chaqueta — Vamos a salir al pueblo, vienés...

El rubio hizo una mueca, ahora se sentía extraño y tan parecido a la tercera rueda que todo lo que necesitaba era alguien que lo montara como un triciclo para adaptarse a ella. No es la culpa del japonés o que sus mejores amigos justo fueran pareja, simplemente se sentía particularmente sensible.

— Ve tu a divertirte con Kevin, me quedare...

— ¿Acaso te pregunte? — bufo el pelirrojo — Vamos a ir al pueblo, vendrán Kevin, Ella y los chicos.

Changmin sabia que por "chicos" se refería a los primos del canadiense: Juyeon y Hyunjae.

— Min, saldremos — dijo firme — Iremos a beber y si después quieres seguir poniéndote miserable, puedes...

Antítesis 『Sunkyu』// The Boyz.Where stories live. Discover now