Querido

478 47 52
                                    

Narra Will:

Me levante de cama, había dormido unas buenas tres o dos horas, parecía que estaba por anochecer.
Al caminar mi cabeza daba unas tantas vueltas, pero con el tiempo, lo mareado bajó.

- Hola - Dije acercándome a Mike, el cual estaba sentado con mamá en el sillón.

- ¿Despertaste? ¿No estas cansado? ¿Quieres algo? - Preguntó Mike.

- Ehh... Estoy bien. - respondí sentandome a su lado.

- Fuimos al doctor - Habló mamá.

- ¿Qué les dijo? - Pregunté.

- Bueno.... - Habló mamá.

- Tienes anemia. - Dijo Mike.

Mis ojos se abrieron mucho, un sentimiento extraño sentí en mi pecho.

- ¿A-anemia? - Pregunté.

- Bueno... No quería decirtelo, ya que Mike se me adelantó. - Dijo mamá. - pero, no te preocupes lo trataremos, no es caro.

- Mierda... - Dije.

- Esa boquita - Habló mamá sonbandome la cara.

- Perdón.

- Te pondrás mejor - Dijo ella.

- Pero es mi culpa que me haya pasado - Dije - Deje de comer como si nada, si hubiera comido mejor yo-

- Comerás mejor, y te mejorarás - Dijo Mike. - No necesito saber por que no comias si no quieres decirme, pero sabes que te escucharé en todo momento, soy tu... Soy tu novio Will.

- ¿E-eres mi novio? - Dije mirándolo a los ojos.

- Lo soy - Respondió él sonriendo, y poniendo una mano sobre la mía.

Mike y yo nos miramos por unos momentos.

- Bueno... El doctor nos dio una lista de lo que debes tomar, en eso esta el jugo de vitaminas que tanto odias - Dijo mamá.

"Mamá eres experta en arruinar lindos momentos".

- ¡Sabe asqueroso! - Dije.

- ¿El de frutas con empaque rosa? - Preguntó Mike.

- Sí ¿lo conoces? - Hablé.

- Pero sabe delicioso - Respondió riendo.

- ¿Qué? ¡NO ES CIERTO SABE ASQUEROSO! - Respondí en el mismo tono.

- Mamá solía regañarme por qué me lo tomaba a pesar de no estar enfermo. - Dijo Mike.

- Estoy de acuerdo con tu madre - Respondí.

Toc Toc..

Alguien tocó la puerta de la casa.

- Iré a abrir - Dijo mamá levantándose.

- Tienes terribles gustos - Dije.

- No es cierto, si los tuviera, no estaría contigo. - Respondió.

Mis mejillas se coloraron.

- Justo por eso mismo estas conmigo.

- ¿Disculpa? ¿Te acabas de insultar a ti mismo? - Preguntó.

- Solo decía la verdad.

- No te atrevas - Dijo empujandome por los hombros, haciendo que quedará encima mió en el sillón. - Eres hermoso.

- No lo soy - Respondí.

- Lo eres - Habló.

- No lo soy.

Solo nosotros -  Byler (EN PAUSA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora