Salí de casa apresurado, con el bolso medio guindando en el hombro derecho y una tostada en mi boca mientras corría a la parada de autobuses, el día comenzó pintando que hoy estaría lleno de complicaciones, solo había podido dormir cuatro horas por haberme trasnochado haciendo los deberes a último momento, mi alarma no había sonado y cuando mamá subió a levantarme me quedaban solo cuarenta minutos para bañarme, guardar mis cosas en el bolso y desayunar, y eso solo si quería llegar en autobús.
Cuando entre a la ducha el agua fría golpeo mi cuerpo con fuerza, al parecer, mi papá había aprovechado el despiste de su hijo menor y consumió el agua caliente que quedaba, luego descubrí que no tenía uniforme de gala limpio, tuve que conformarme con el mono de deportes y las botas. Cuando baje por el desayuno mi padre me miró correr por la cocina y el pasillo antes de soltar una risita ahogada, sabia que él había acabado el agua caliente, no tenía dudas.
Y ahora, el autobús me había dejado botado.
- No puede ser en serio - murmuré preocupado, este día iba de mal a peor.
Corrí por toda la avenida principal dispuesto a llegar a la preparatoria a tiempo, aún si significaba sacrificar mi poco y escaso rendimiento físico. Cruce dos cuadras a la izquierda antes de llegar a las puertas de la preparatoria Santo Torino, por suerte había llegado justo para la primera clase sin necesidad de toparme con algún profesor listo para regañarme.
Llegué al salón agitado y sintiendo las piernas de gelatina, me senté en mi puesto y suspiré, tal vez debería de empezar a ejercitarme y comer un poco más, si hubiera estado en una situación de alto riesgo ya habría sido atrapado, secuestrado, cercenado y vendido por partes en el mercado negro.
- Buenos días, Izuku - la voz de Eijirou se escuchó demasiado cerca, mandando mil escalofríos por mi cuerpo, volteé a verlo de reojo mientras sacaba mis cuadernos -. Veo que empezaste tu día con el pie izquierdo - señaló con una sonrisa divertida.
- Me acosté tarde haciendo deberes, la alarma no sonó, el agua salió fría y no pude desayunar bien, sumemos que tuve correr para llegar a tiempo porque el autobús me dejó atrás y mi condición física es pobre - le conté enlistando todo lo que me había sucedido en tan corto periodo de tiempo.
- Vaya, de verdad que no es tu día - dijo con pena.
Suspiré, realmente no era mi día, y apenas eran las nueve de la mañana.
- Por cierto, los chicos dijeron que hoy iríamos a casa de Shouto a..., eso - me recordó con gesto desinteresado.
- Eijirou, si no quieres ir está bien, no es necesario
Él nego y dejo salir un suspiro cansado - No es eso, solo no quiero dejarte solo en esa tontería que planean - explicó, haciendo que me sonrojara.
Era estúpido, Eijirou se preocupaba por mi como lo haría por cualquier otro. La entrada del profesor hizo a todos correr a sus puestos.
- Muy bien, chicos, saquen sus libros y ubiquense en la página 47.
Mordí mi labio pensando, volteé a ver a Eijirou; que se encontraba sentado al fondo, y este me saludo con una sonrisa. Regrese la vista al frente, a mi libro, mientras sentía que mis mejillas se calentaban otra vez, mientras mi subconsciente me decía que por más que intentara evitarlo, ya era tarde, había caído.
![](https://img.wattpad.com/cover/272173529-288-k349840.jpg)
YOU ARE READING
La OUIJA Ya Pasó De Moda || BNHA || BL
ParanormalLo que había empezado como un pequeño juego se terminó convirtiendo en una tortura. Pero ya no había vuelta a atrás... Debía culminar el juego. Ficción Terror Los personajes no me pertenecen Terror psicológico. Esta historia puede contener: violenc...