O13: Encontrado infraganti

24 6 3
                                    

     —¿Señora Lee? —Jungkook llamó, en medio de la administración de la universidad—. ¿Señora Lee? —volvió a repetir, porque la señora tras el mostrador parecía ensimismada en el Candy Crush.

     —¡Oh! —se exaltó, buscando con la mirada a quien la llamaba, dando con el jovencito frente a ella—. Pero si es Jeon Jungkook, es un gusto verte.

     —Igualmente, señora Lee —sonrió un poco, tratando de ser cortés—. Vengo a preguntarle algo.

     —Cuéntame, ¿qué puedo hacer por ti? —ella sí sonrió genuinamente, encantada con la visita de Jungkook por la administración. El chico solía ir a pedir sus notas o hacer cambio de clases, y siempre era una dulzura, llevándole chocolates o dándoles café a las empleadas del lugar, simplemente un chico muy bien educado.

     —Ah sí, vine de pronto porque tengo una duda respecto a alguien que estudia aquí —comenzó a explicar, poniendo su mirada más suave, para convencer a la mayor—. Es un amigo, me dijo que iba bien en sus clases, pero creo que me está mintiendo.

     —No estoy entendiendo, Jungkookie.

     —Necesito que me diga como va en sus notas, yo sé que usted lo puede revisar en la base de datos —y cuando vio la negativa en la cara de la mujer, ya leyendo que no aceptaría por las condiciones de privacidad, solo tuvo que fingir un sollozo—. Por favor, le prometí a su madre que iba a ayudarlo a graduarse, pero él me oculta cosas y yo no puedo... Permitirlo —y aquella última línea no era del todo una mentira.

     —Qué buen amigo eres, Jungkookie, no todos se preocuparían así. Dame su nombre, veremos cómo lo está haciendo —asintió concediendo, y Jungkook sonrió triunfante.

     —Kim Seokjin —dijo, y de inmediato la señora comenzó a teclear.

     Se tardó quizás unos tres minutos, buscando y buscando, causando que la impaciencia en Jungkook fuera creciendo con cada segundo que transcurría perezoso. Pareció una eternidad, hasta que la mujer habló, y todo empeoró.

     —No hay ningún Kim Seokjin matriculado aquí ahora, Jungkook —le dijo con seriedad—. Tu amigo ha estado mintiéndote.

     —Sin duda —susurró, un poco destrozado—. ¿Está segura, en ninguna clase?

     —Lo estoy viendo. No hay datos actuales de él, ni matriculas, ni pagos, tampoco clases, nada de actas de nacimiento o expulsiones.

     —Oh —simplemente murmuró—. Entiendo, Señora Lee, hablaré con él. Muchas gracias de todos modos, le traeré un postre la próxima vez que venga.

     —Ah, no hace falta, cariño. Nos vemos luego.

     Jungkook comenzó a caminar hacia la salida, pensando en lo que acaba de escuchar, un poco incrédulo, un poco sorprendido y un poco dolido. Pero se detuvo abruptamente, justo antes de abrir la puerta, su cerebro repasando lo que la señora Lee había dicho.

     "No hay datos actuales de él"

      ¿Actuales?, ¿no había datos actuales?. Retrocedió de inmediato, regresando con la señora, quien le vio confundida, la actitud del chico era demasiado nerviosa y extraña.

     —Disculpe, señora Lee, ¿pero dijo que no habían datos actuales? —hizo énfasis en el tiempo.

     —Sí, eso mismo —miró la computadora, en la ventana que ni siquiera le dio tiempo de cerrar—. Hubo un Kim Seokjin antes, estudiante de la carrera de psicología.

     —¿De qué año es eso? —preguntó sorprendido, algo exigente.

     —Del dos mil nueve —contestó tranquilamente—. Pero al parecer este muchacho se retiró, nada más duro dos años en la carrera.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 02, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

The Jeon's CaseWhere stories live. Discover now