Capítulo 46

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"¿Es realmente necesario hacer esto?"

Levi miró de forma incrédula el dispositivo frente a él, la desconfianza inundaba su rostro por completo. Aquel hombre detrás de esa cosa no hacía más que despertar todos sus alarmas- el hombre sonreía abiertamente, quizás no de forma tan sincera, gritaba sus ofertas y descuentos a todo lo que su voz le permitía dentro de ese aún más ruidoso mercado- pero era su máquina, ese extraño artefacto lo que hacía que la piel de Levi cosquilleara de forma no tan grata. Lucía muy compleja, demasiado avanzada, recordándole lo mucho que habían evolucionado. Pero también le hacían ver lo mucho que se habían quedado atrás.

Esa cosa requería de muchos objetos para poder funcionar, esa luz brillante, el repentino sonido de un click...  que le hacía recordar las armas, la violencia y el dolor. Eso era algo en lo que no le gustaba pensar cuando el día era así de soleado. Trataba de no pensarlo en territorio extranjero, tierras del enemigo.

Pero...

"Es una orden, Capitán." Hange le palmeó la espalda, usó la suficiente fuerza como para dejarlo sin aliento por un momento. Luego, inclinándose en su oído para susurrar, le dijo, "Y una amiga te lo pide. Solo una foto, ¿por favoooor?"

Levi bufó, mirando hacia otro lado- sus ojos eran como los de un cachorrito, una mirada demasiado patética para que él se pueda resistir- y vio de nuevo hacia ese objeto sacado desde el mismo infierno, aquella cámara, así era como Onyankopon lo había llamado.

Aun le provocaba escalofríos, pero- Hange se lo había pedido. Era una orden de la Comandante, una petición de una amiga. ¿Cómo podría decir que no?

Solo suspiró y asintió levemente.

"Voy a traer a los mocosos, de seguro que ellos también querrán probar esa monstruosidad."

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Al final, habían gastado la mayoría del dinero jugando con esa cámara. Los niños y Hange tomaron docenas de fotos, individuales, por parejas, de tres, y varias grupales.

Levi solo estaba en dos de las fotos- una en donde están él, Hange y todos sus mocosos, todos (excepto Levi y Eren) sonriendo brillantemente, sin miedo a mostrar lo felices que estaban en ese momento; y la otra, solo estaban Hange y él, en ella, Hange lo abrazaba por los hombros, Levi le tomaba por la cintura. Hange sonreía, como siempre, pero supo que esa expresión era reservada, muy gentil y privada, que era pensada solo para él. Y lo feliz que se sentía se manifestó en esa pequeña mueca que pasaba por sonrisa, Hange pudo notar ese leve gesto. No perdió la oportunidad de molestarlo después por esa pequeña acción.

Incluso aquel hombre detrás de la cámara, aquel charlatán en el que Levi no confió desde el principio, no dudó en decir. "Su esposo es bastante tímido, ¿no es así?" dijo hablándole a Hange.

Y Hange, a pesar de que su cara se tornó de un rojo brillante, respondió de una forma muy audaz. "Él es valiente cuando se necesita."

Pero Levi no era valiente, no cuando de verdad se necesitaba. Esas dos fotos eran las únicas cosas que tenía de Hange antes de que ella le dejara.


Staring in the same direction. (Traducción)Where stories live. Discover now