Empezando IV

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Izuku se encontraba en su comedor tratando de darle la medicina a su cachorro.

-Haku tienes que tomarte tu medicina corazón-

-Na- Decía mientras movía su cabeza de un lado a otro diciendo que no.

-Pero si no te la tomas vas a volver a sentirte mal- Insistía Izuku.

Haku lo ignoro fácilmente empezando a jugar con su tren de madera, realmente no tenía intenciones de tomar su medicina pero Izuku siempre tiene un plan B.

-Aquí viene el avioncito!- decía mientras hacía un camino con la cuchara, Kohaku la notó de inmediato, se acercó y abrió la boquita contento, lástima que le esperaba un jarabe no muy dulce.

Empezó a hacer gestos de disgusto cuando el jarabe pasó por su garganta, realmente sabía mal pensó Izuku, pero era por su bien.

Tomo a Haku que aún hacía muecas por la medicina y empezó a vestirlo, Kohaku se resistía al principio pero al final simplemente se dejó hacer.

Salieron camino a la guardería de Haku, la mañana era tranquila como todas las anteriores, casi nunca había mucho ruido o carros ya que salían bastante temprano y podían disfrutar de una calle silenciosa y fresca.

En el camino Izuku venía pensando el porqué nunca había comentado nada de su cachorro, por más que trataba de buscarle una explicación no había, quizá nunca tenía el tiempo de hacerlo? La verdad es que no lo sabia.

Las únicas personas que conocían o sabian de su Kohaku era Uraraka, Mina y Denki... y ahora que lo recordaba Jiro también.

-Tierra llamando a Izuku- dijo una castaña tratando de regresar a su amigo de regreso.

-Eh?- Fue lo único que logró responder.

-Perdido en tus pensamientos de nuevo, deberías controlar eso Izu-

-Si lo sé, lo siento- bajo a su pequeño para que entrara en la guardería -Nos vemos luego cachorrito-

Haku le dedicó una gran sonrisa al pecoso, le gustaba mucho estar ahí, jugaba con diferentes niños, era muy colorido, había miles de cosas por hacer, era una muy buena guardería.

El peliverde se despidió de su amiga y salió rumbo a su trabajo y siguiendo con la duda de hace un momento, realmente sé sintió algo culpable, pareciera que le da vergüenza decir que tiene un hijo pero es todo lo contrario, el jamás sentiría eso por su dulce Kohaku así que no entiende el porqué de eso... quizá sea buena idea dejar de torturarse pensando en ello.

-Buenos días Yaomomo-San- Saludo amablemente.

-Midoriya-Kun buenos días- respondió de la misma manera.

-Horario de entrada checado, suerte en tu día Midoriya-

-Gracias! Igualmente-

Se fue adentrando a su respectivo lugar viendo a Bakugo ya sentado, parece que ahora alguien más tendrá el puesto de puntualidad.

-Buenos días Bakugo-Kun-

-Buenos días Deku-

Un día antes...

-Kirishima de mierda, te estoy diciendo que estoy completamente seguro que es el-

-Y cómo estás tan seguro de eso?- seguía insistiendo el pelirrojo.

-Por una mierda, te lo eh repetido miles de veces, no hay nadie más en este puto mundo que luzca igual a él y tenga esa sonrisa boba que lo caracteriza-

-Eso sigue sin convencerme-

-Pues vete a la mierda, yo estoy seguro que es el, ya me largo, mientras más tiempo pasó contigo más ganas me dan de asesinarte- dijo para finalmente agarrar su chaqueta y dirigirse a la puerta.

-Yo también te quiero bro!-

El rubio salió de la casa sin despedirse del pelirrojo, realmente ya lo tenía arto, pasó demasiado tiempo intentando explicarle que ese omega que se sentaba al lado suyo no era nada más ni nada menos que su amigo de la infancia y... quizá algo más que eso.

Sinceramente ya no le importaba si aquel alfa tonto le creía o no, él lo tenía más que claro y cumpliría aquella promesa que hizo hace varios años.

Saco sus llaves del bolsillo para entrar en su camioneta negra, era bastante grande y espaciosa por dentro, le costó bastante tiempo para poder conseguirla pero la satisfacción de obtenerla el solo no tiene precio.

Una vez en su casa lanzó su chaqueta y llaves al sofá, tenía mucho en qué pensar en ese momento pero más que nada tratar de aclarar su mente.

Realmente es el... se repetía así mismo, aquel pequeño omega con el que jugaba todas las tardes después de la escuela, con el que se podía pasar horas y horas observando esa gran sonrisa... sacudió su cabeza para no distraerse con eso, tenía que empezar a llamar la atención del peliverde por que en primera, aún lo recordará? Lo duda mucho y es por eso que debe acercarse poco a poco a él y ver si de alguna u otra forma lo recuerda.

Pero vayamos despacio, primero lo primero, "invítale un café" dirán muchos, pero él no quería hacer lo usual, necesitaba algo que fuera único y Perfecto.

-Bien, ahora solo queda pensar en cómo decirle que quiero pasar una tarde con el... será muy rápido? Y si mejor espero un poco más?- empezaba a hacerse muchas preguntas pero al final llego a una conclusión.

-Al demonio todo, mañana lo invito a comer, a dónde? Aún no lo sé pero eso es lo que haré, ya esperé muchos putos años y por fin lo encuentro de nuevo, no voy a esperar más-

Con eso en mente se dirigió al balcón de su cuarto y prosiguió a pensar a donde llevar a aquel peliverde, quizá a un restaurante? No, no le gusta mucho comer afuera, al cine? En primera, no es un lugar donde ambos puedan hablar, y en segunda, las películas estaban del asco, ir a la plaza? Definitivamente no, aborrecía estar rodeado de gente.

-Dónde carajo lo llevo...- suspiro pesadamente hasta que algo se le vino en mente -Bingo- tomó sus llaves y salió rápidamente del apartamento para comprar algunas cosas, las necesitaría dentro de unos días.

Regresando al presente

La tarde pasaba como cualquier otra, a excepción de que Izuku se encontraba un poco ansioso, rezaba a todo lo posible para que su pequeño no empeorara en la guardería y por otro lado tenemos a Katsuki, mejor dicho un nervioso Katsuki tratando de buscar una excusa para hablar con el peliverde, no se iba a lanzar del día a la mañana a invitarlo a salir, "todo en su momento" se repetía a sí mismo.

En su hora de descanso logró tener una tranquila charla con él omega, eso era un avance, pequeño pero lo era.

Al llegar la hora de la salida, Izuku se despidió de todos y cómo siempre, salió casi corriendo de la oficina, a bakugo le parecía un poco raro que siempre saliera con tanta energía y tan rápido del trabajo, esquivo a los inútiles que no dejaban de parlotear y se dirigió al estacionamiento, sacó sus llaves y con toda la tranquilidad del mundo subió a su camioneta, se acomodó lo mejor que pudo y en la radio se empezó a escuchar "The Greatest show" parece que el día va de bien a mejor, pensó Katsuki.

Llego a su casa con todas las energías del mundo, tenía tiempo que no se sentía tan ansioso y feliz por algo... definitivamente ese peliverde le hizo un embrujó.

















*Aparece meses después* HOLA! :D JAKAKAKAKAJAJ perdón, les pido perdón, pasaron tantas cosas que no tenía tiempo ni inspiración para seguir con esto, ya no volverá a pasar... o al menos eso espero, en fin, gracias por sus votos <3

Nos leemos!
Payi~

Mamá soltera... por ahora! [Bakudeku/Katsudeku]Where stories live. Discover now