"MARCADOS"

IV.II

Quiero hacer una pequeña pausa para dar las gracias por todo el apoyo dado a todos los que me comentan, votan y leen la novela. Sé que no parece mucho pero para mí es muy importante así que os dedico este capítulo. No quiero haceros esperar más mis conejitos así que aquí tenéis la segunda parte del capítulo.
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La oscuridad no me deja ver ya nada. Debería tener miedo. Debería. Pero no lo tengo. Esta noche, por fin esta noche, he hecho algo que yo misma he decidido. Algo ininpensable. He hecho una decisión egoísta. Sólo he tenido en cuenta mi propia persona y aún y eso, no me siento culpable. Pero...¿acaso debería?
Miro a los lados. El corazón ya no me dicta nada. Ando sin rumbo por las calles desiertas. El frío se apodera poco a poco del ambiente. Menos mal que llevo mi cazadora.

***

Llevo andando por lo menos dos horas más. Enciendo el móvil y veo la horas 04:32, no tengo a donde ir. Me siento. Me duelen las piernas demasiado. Tras varios minutos mirando a la nada recuerdo el papelito que me dio aquel chaval. No recuerdo dónde lo metí, así que lo busco por todos los bolsillos hasta dar con el correcto. Abro el papel de forma delicada y lo que encuentro me asombra de tal forma que quedo paralizada. Arrugo el papel frustrada y lo tiro.

"Se que huirás. Te espero a las cinco en el mismo callejón del pub."

¿Cómo sabía la forma en la que actuaría si ni yo misma sabía lo que iba a hacer?
Necesito respuestas y él tiene todas. Me levanto decidida pero entonces recuerdo que estoy perdida y me quedo quieta.
Aunque ¿qué es la vida sino se arriesga? Sin siquiera pensar en razones que contradigan lo dicho, marcho en la dirección por la que creo haber venido.

Las calles se retuercen, no tienen salidas o se parten en dos. Sé que nací con mala suerte pero aún así busco impaciente el callejón.
Al fin, cuando creo relacionar la calle, un cuerpo me impulsa con fuerza contra una pared y caigo al suelo desorientada. Intento levantarme pero lo único que consigo es poder arrastrarme apoyándome en los brazos. No se vuelve a mover nada. No se vuelve a oír nada.
Noto un líquido recorrer por mi frente pero no me duele nada.

Unos pasos más se unen a nosotros.

Una respiración pesada en mi oreja me hace temblar.

«No te fíes de nadie.Te matarán. Leah.»

Un disparo.

El cuerpo inerte del hombre cae encima mío. Un grito desgarrador sale de mi garganta sin permiso. Un miedo que nunca había sentido hasta ahora se apodera de mi cuerpo y mente haciendome temblar. Mi cuerpo tiembla descontroladamente de cabeza a pies.

El cuerpo sigue encima mío. No soy capaz de levantarlo. Paralizada notó como el cuerpo va resbalándose hacia un lado. Oigo una voz distorsionada y muy lejos. Una luz. Cegadora y de luz potente, actúa sobre mi al darme de lleno dejándome perdida.

Esa luz se intensifica.Tambaleo. Blanco.Un sueño profundo. Con una sola imagen grabada. El cuerpo del hombre muerto encima mío.

¿Quién era?

Y lo peor de todo: ¿Cómo sabía mi nombre?

El resto, negro.
Cada vez tengo más y más sueño, hasta perder consciencia de lo que sueño y llegar al fin, a sumirme en la oscuridad.