Dandelion '; Magneto (X-Men)

02

Joanna llegó con pasos firmes al despacho del profesor Charles. No entendía que era lo importante, en su mente pensaba que el había tomado la decisión de echarla y que debía volver a casa de sus padres.

Tocó la puerta.

La voz de Charles al otro extremo sonó con suavidad:
—Adelante Joanna.

Tragó saliva. Cuando abrió la puerta para pasar, se encontró con los ojos claros de alguien diferente.

—Per...miso...

— Joanna, acércate, toma asiento. —asenaló al sujeto de enfrente a pesar de que todo el mundo ya estaba al pendiente de quién era — Erik, ella es Joanna.

— Dijiste que era una niña. –sopló al mirarlo–.

Joanna se sentó al lado en dónde la silla estaba vacía.

— Es una niña. – Resopló Charles – apenas y llega a 16.

— 19 señor...

Charles la observó.
—¿Qué?

— Tengo 19...

— Es prácticamente ya una adulta... –dijo Erik– ¿Cómo quieres que le enseñe?

— Vamos Erik... Adulto, niño, que importa... –suspiró Charles– sólo quiero que le enseñes a controlar sus poderes...

Joanna miró hacia abajo. Así que de eso se trataba.
Sintió alivio por no sentirse una carga para Charles.

—¿No puedes enseñarle tú?

— Me encantaría, pero el magnetismo es tu poder.

— Si, ¿y?

Charles suspiró hondo viendo a Erik a los ojos.

— Joanna tiene el poder de controlar campos eléctricos así cómo tú puedes crear campos magnéticos. Ella necesita de alguien que pueda enseñarle a controlar la forma de usarlo, así conseguirá llegar a utilizar sus otros poderes como lo gravitatorio.

— Tírale una taza o algo para que juegue con ella, yo no soy una niñera Charles.

—Erik... –se quejó Charles–.

Joanna empezó a sentir como una calor se desprendía de su cuerpo. Se perdió unos segundos en la charla y quedó sintiendo cómo su campo se despertaba dentro de ella.

Erik volteó hacia Joanna de repente. También sintió como una corriente llegaba a traspasar su cuerpo y observó su mano.

De la nada, en una cercanía aproximada pudo notar una electricidad en su mano haciendo destellos finos de color azul.

— Que... ¿Que pasa? ¿Joanna estás bien? – preguntó preocupado Charles–.