Puntos Suspensivos (Segunda Parte De "Fases") - Juan Pablo Isaza

7. Susana

Tercer mes

Los cambios ya se estaban empezando a notar.

Los llantos estaban cesando y la mayor parte de mí día la pasaba en la clínica llena de amor.

Mamá se quedará conmigo estos meses.

Lo extraño, cada rincón de la casa todavía tienen nuestros nombres.

Pero estoy empezando a aceptar que lo tengo que soltar, que ya no estará más conmigo.

Que por lo menos me quedé con algo bonito de todo el amor que nos tuvimos.

Y el amor que alguna vez tuvimos lo voy a cuidar.

Ya no recuerdo solo el final, recuerdo todo lo bonito que fue estar a su lado y lo llevo con amor en un espacio especial de mí corazón.

El timbre de la puerta suena y voy hasta la entrada rogándole al cielo que no sea nuevamente Isaza.

Al abrir suspiro aliviada.

Me equivoqué de Isaza.

Susana está del otro lado con una sonrisa algo nostálgica.

- Hola Ada - se acercó a darme un fuerte abrazo- te extrañé mucho.

Suspiré y me alejé de ella para invitarla a pasar.

Una vez en el sofá y con una taza de chocolate caliente en mano que nos trajo mamá, ella empieza a hablar.

- Te voy a ser sincera. Sé todo lo que pasó - dijo agarrando una de mis manos y lágrimas se empezaban nuevamente a asomar.

- Muchas gracias por venir a por lo menos darme apoyo moral.

- Martín conoce a una muy buena psicóloga. Tiene una fundación.  - abrí los ojos. Era un gesto muy bonito que haya venido a recomendarme una psicóloga.

- Muchas gracias Susi - ella sonrió.

Una de las mejores cosas que me llevé de mí relación con Isaza fue el cariño de su familia. Nunca me sentí excluida.

Y me están demostrando su apoyo nuevamente ahora.

- Su nombre es Olivia - me extendió la tarjeta de la psicóloga- aquí está la dirección y su número de teléfono para que puedas agendar cita si quieres.

- Yo... No sé qué decir, muchas gracias por acordarte de mí y venir a auxiliarme. - dije con una leve sonrisa.

- Te hará bien ir, te lo prometo - apretó mí mano con dulzura y acarició mis nudillos.

Me contó sobre su carrera en lo que se terminaba el chocolate caliente.

Una vez que la bebida llegó a su fin la acompañe a la puerta para despedirme.

“Dile a tu hermano que muchas gracias por las canciones” pensé en decirle.

Pero algo me decía que también él había influido en la visita de Susana.

Cuando todo este remolino de sentimientos pasen sin duda tengo mucho que agradecerle.

Perdón por la ausencia <3
Les amo 💖