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Apo no podía detener los latidos desembocados de su corazón.

Mile estaba ahí.

Eso explicaba por que su mascota más fiel estaba en el restaurante.

Si era Nodt entonces quien estaba infiltrado de mesero en el lugar...

No estaba alucinando, Mile enserió se encontraba ahí con él...

Estaba observándolo con aquellos ojos tan oscuros como un pozo sin fondo.

Se veía diferente.

Los siete años en prisión le habían beneficiado en lugar de perjudicarle.

Mile ya tenía toda la apariencia de un hombre de 31 años.

La última vez que Mile y Apo se habían visto el primero tenia 24 años, y el último tenia 18.

–Tanto tiempo sin vernos –Empezó hablando Mile, para al final con burla decir– Ojitos bonitos.

Intentando detener los tan frenéticos latidos de su corazón alzó su rostro para mirar a la cara a Mile.

–¿Qué quieres Phakphum?

Apo se autofelicitaba por no tartamudear, lo último que necesitaba era a Mile dándose cuenta de todos los estragos que seguía causando su simple presencia en él.

–Oh, vamos, bonito, ¿Cómo pasé de ser tú Mile a Phakphum?

Apo dejó de pensar en todo y nada para evitar cometer algo de lo que se arrepentiría al momento de escuchar a Mile preguntar eso.

Mile lo estaba diciendo con burla pero la mirada que le estaba dando...

–No tengo tiempo para tus juegos Phakphum –Dijo, necesitaba estar lejos de él, así que empezo a caminar para rodear a Mile y salir del baño– Si me disculpa-

Una mano jalando con fuerza su castaña cabellera al pasar a un costado de Mile lo detuvo.

Apo se sintió sudar frío.

–Claro, se me olvidaba que ahora estas con Bas

Apo se tenso más si eso era posible.

¿Cómo Mile sabía sobre eso?

¿Cuándo se habia enterado? ¿Se lo habían dicho, o...?

–No me digas que volviste a mandar a tus mascotas a vigilarme –Dijo Apo llevando su mano izquierda al agarre que Mile tenía en su cuero cabelludo.

Mile al sentir el tacto de Apo dejó de agarrarlo con fuerza, lo soltó y volvió a jalarlo hacia enfrente de él, luego procedió a acomodarse de manera que le volvía a cubrir el paso a la puerta del baño.

Mile estaba observándolo con seriedad

–Mis mascotas... –Lo escucho susurrar Apo.

–Sí, tus mascotas, ¿Por qué me mandaste a vigilar, Phakphum? –Dijo acercando su rostro al del más alto– Recuerdo que la última vez que nos vimos dijiste que ya no existía un nosotros y que no me harías daño, por lo que es estúpido que me mandaras a vigilar.

Mile guardó silencio.

Apo tenía razón.

Mile ni siquiera debió haberlo seguido al bañó.

Estaba cerrando un trato comercial con un socio de su empresa cuando había distinguido la silueta curvilínea de Apo caminar hacia al baño. Y cuando miro para ver con quien había ido a cenar sintió cada fibra de su cuerpo tensarse.

Apo estaba cenando con Bas y los padres de Bas.

Tal vez había sido por eso que lo había seguido hasta el baño.

"Love Between Betrayal"- MileApoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora