Capítulo 15

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🔱 LIAM 🔱   

-¿Estás segura de que no quieres que me quede?

-No. Gracias, tío Liam. –Asentí con la cabeza despidiéndome de ella.

Sin embargo, esperé a que cerrara la puerta de su habitación antes de meterme en la puerta continúa con el carrito de Summer.

Después de que le dieran el alta a mi hermano, decidimos pasar un día más en un hotel cerca del aeropuerto hasta mañana.

Consideraba que Dominique no debía viajar después de su pequeña estancia en el hospital y Giulia me había apoyado sin objeción alguna.

Por lo que aquí estaba ahora, pasando la noche en un hotel de Vancouver con la única compañía de mi sobrina pequeña.

-¿Quieres dormir ya, Summy? – Pregunté al verla bostezar abiertamente. –Yo creo que sí...

Preparé la cuna que había pedido especialmente para ella antes de cambiarle la ropa.

Giulia había querido que la niña pasara la noche en la habitación con ellos, pero yo insistí en que fuera todo lo contrario.

Un tiempo a solas para ellos también estaba bien.

Una vez que la puse en la cuna, cerró los ojos aferrándose a un muñeco que no había soltado desde que habíamos cenado en el restaurante del hotel.

Aprovechando mi tiempo a solas, cogí el móvil descubriendo que tenía un mensaje nuevo de hacía unas horas.

¡Un mensaje de Maisie!

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MAISIE

Con que “El guapo”, ¿eh?

Pues que sepas que
ahora eres Liam asecas.
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Reí sin poder evitarlo.

Con todo esto que había pasado se me había olvidado ya que había dejado su regalo en la cafetería.

Me acomodé en el sillón individual que había junto al balcón con la intención de empezar a redactar una contestación, pero finalmente me decanté por llamarla.

Una distracción me vendría muy bien.

La llamada se descolgó y enseguida deseé escuchar su voz, pero solo hubo silencio del otro lado de la línea.

-¿Maisie?

-Hola... –Saludó casi en un susurro.

-Hola. Soy Liam asecas. –Noté su voz apenas audible haciéndome sonreír.

-No tenías que...

-Lo sé, y antes de que empieces con los reproches, quiero aclarar que el teléfono era de mi sobrina Mabell. Lo cambió, y creí que a ti te vendría bien.Mentira, pero como había dicho, estaba seguro de que esta era la única manera de que lo aceptase.

-De acuerdo, pero...

-¿Qué?¿Por qué hablaba tan bajo?

-Me falta el cargador... –Fruncí el ceño antes de llevarme la mano a la frente.

-Que estúpido. –La oí reír antes de que otro sonido llegara hasta mí. –¿Eso es agua?

-Sí, estoy en el baño...

-Oh, entonces te cuelgo. Disculpa, solo te llamé porque vi el mensaje.

-No, espera... –Dijo casi con temor de que colgara. –El baño puede esperar. Estás... ¿Estás bien? Bob me dijo que te fuiste precipitadamente...

-Sí, lo estoy. Ingresaron a mi hermano por unas horas en el hospital, por eso salí corriendo. Mi cuña...¿Mi cuñada? De acuerdo, Giulia sería mi futura cuñada, pero me sonaba raro decirlo en voz alta. –Su novia me llamó preocupada porque ni siquiera estaban en la ciudad.

-Oh... ¿Y se encuentra bien?

-Sí, todo bien. Aún le quedan unos cuantos años más de vida. –Reí de mi pequeña broma. –Ahora hago de niñero de su hija pequeña para que él pueda estar haciendo a saber qué con su chica.

-¿Niñero?

-Sí, decidí pasar una noche con mis sobrinas, pero la mayor quiso tener su propia habitación y la pequeña está plácidamente dormida ya. Menuda noche...

-Es normal. Tuvieron que pasar por un duro momento. Incluso tú suenas cansado.

-¿De verdad?

-...

-Pues no lo siento. Bueno, igual necesito un masaje, sí... –La oí reír del otro lado de la línea haciéndome sonreír. –¿Sabes qué?

-¿Qué?

-Creo que es la primera conversación que mantenemos sin pelearnos ni gritarnos.  

-Hmm...  

-¿Ves? Incluso podemos llevarnos bien.

-Creo que... Creo que sí. 

¿Había escuchado bien o me lo había imaginado?

-¡Por fin algo bueno! Gracias, Mai. Has hecho que mi estancia en esta solitaria habitación sea más amena.

-Y tú que aún no me meta en la ducha. –Ambos nos quedamos en silencio por unos segundos. –Voy a colgar.

-¿Ya?

-Si mi tía descubre que estoy aquí encerrada con un móvil y el agua abierta...

-¿Qué? ¿Qué tiene que ver eso?

-De verdad, Liam. Tengo que ducharme para ir con mi hermana. Hablamos en otro momento...

-Está bien... –Murmuré resignado. –Pero es una promesa. –No respondió, simplemente se mantuvo en silencio. –¿Mai?

-Yo... –Unos golpes aporreando una puerta se oyeron de fondo haciéndome fruncir el ceño.

-¿Qué es eso?

-Tengo que colgar. Adiós.

-¿Mai? ¡Maisie! –Me despegué el teléfono de la oreja resoplando.

¿Pero qué pasaba en esa casa? Además, ¿por qué a su tía no le gustaría verla con un móvil? Su amiga Coraline también me había comentado algo que había sucedido cuando la descubrió con su viejo teléfono...

¿Por esa razón susurraba tanto?

Algo pasaba en esa casa y tenía que descubrirlo.

Corazones SolitariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora