Oh Pequeña [Draco Malfoy] 3

HOGWARTS

Estábamos yendo al andén, iba bastante distraída, Sirius se fué a despedir de Harry,
conmigo lo hizo esta mañana.

Llegamos a la estación, estamos caminando, todo el ruido empieza a desaparecer, todo el mundo se empieza a paralizar.

Giaaaaaa

Alcé la vista y lo vi, Voldemort de pié junto a mi.

- Gia, ¡Gia!

De repente volví a mi ser.

- ¿Qué pasa?, Ahh.- Dije poniéndome una mano en la cabeza, un dolor punzante
apareció.

Harry se puso delante de mi.- Gia mírame.

Eso hice.- Estoy bien, no es nada.

Subimos al tren, me despedí de los tres y me fuí al vagón de Slytherin.

- Draco

- Gia

Nada más verlo fuí a darle un abrazo, estaba guapísimo, iba entero de negro, con
su traje habitual que hacía que el rubio de su pelo destaque a kilómetros.

- Te he echado de menos, mucho.- Dije.

- Yo también pequeña, yo también.- Dijo dándome un beso profundo.

- Buscaos un hotel.- Dijo Blaise.

- Cállate ¿quieres?

- Hola Gia.

- Hola Theo.

Draco mientras intercambió unas palabras con Blaise.

- Eh.- Dije girando su cara con mi dedo índice haciendo que me vuelva a mirar a los
ojos.- Te tengo que contar unas cuantas cosas, ¿Hay algún sitio libre?

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Ya estando solos nos sentamos uno frente al otro.

- Mi padre me dijo que te vió con Potter y con el padre de Weasley en el ministerio,
¿Es cierto?

- Si.

- ¿Por qué estabas ahí?

- Ammm, como empiezo.- Draco alzó una ceja esperando.- Así resumidamente, le di
un puñetazo a mi primo muggle, nos atacaron dos Dementores, usamos el patronus y a los pocos minutos nos llegó una carta diciendo que nos habían expulsado de Hogwarts.

- ¿Cómo?

- Ajá, luego nos dijeron que Dumbledore nos había conseguido una vista, que fué
donde tu padre nos vió, y conseguimos que nos quitaran los cargos.

- Pero, ¿cómo?

- Dumbledore intervino. ¿Qué hacía tu padre en el ministerio hablando con Fudge?

Se tensó.- No lo sé, últimamente no me cuenta nada.

- Draco.- Dije poniéndome a su lado y dándole caricias en la mano.- Tienes que
saber gestionar el miedo hacia tu padre.

- ¿Qué haces?.- Preguntó extrañado al ver las caricias que le estaba dando.

- Se llama afecto, se hace cuando quieres mucho a una persona.

- Pues no lo hagas más.

Alcé una ceja divertida.- Está bien.- Me levanté y me puse en mi lugar.

Draco me miró y ahora fué él quien se puso a mi lado.

Reí ante aquello.

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Bajábamos del tren y nos encontramos con Harry, Ron y Hermione. Draco me
llevaba de la mano junto a Blaise, Theo y Enzo.

- Me sorprende que el Ministerio te haya dejado en libertad Potter. Disfrútalo
mientras puedas. Creo que ya hay una celda en Azkaban con tu nombre.

- ¡Draco!.- Le empujé.- De qué coño vas, te recuerdo que a mi también me han
juzgado.

No me miró. En cambio Theo si.

Harry se lanzó sobre él para pegarle pero Ron lo detuvo.

- ¡No te acerques a mí!.- Gritó mientras se iban.

- Lo siento, en estos casos ni yo lo aguanto, ¿Estás bien?

- No te preocupes.

- Nos vemos dentro.- Le dije dándole un beso en la mejilla a modo de despedida.

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Llegamos al castillo, dejamos nuestras cosas y bajamos a cenar.

- Buenas noches chicos, tenemos dos cambios de personal este año. Recibimos de nuevo a la profesora Grubbly-Plank, que enseñará cuidado de criaturas mágicas mientras el profesor Hagrid esté ausente.
Y recibimos a nuestra profesora de defensa contra las artes oscuras, la profesora
Dolores Umbridge.

No lo podía creer, esa señora estaba a la vista y ahora era mi profesora.

- La señora irritante.- Susurré.

- ¿Que?.- Dijo Draco.

- Estaba en mi vista, trabaja para Fudge.- Cuando lo dije Draco se puso tenso.- ¿Estás bien?

- Eh claro.

Lo dejé pasar y miré en dirección a Harry que me estaba mirando, los dos estábamos alucinando.