Ese mocoso...

Está en problemas

Happy estaba harto, cientos de mensajes de grabación de voz se habían acumulado en la bandeja de entrada de su teléfono. La última vez que lo revisó había sido hace tan solo unos cuantos días, en los cuales ni siquiera había tenido un respiro para pasearse por los mensajes del superhéroe adolescente al que vigilaba.

Simplemente el tiempo volaba tan rápido que cuando se fijó que había transcurrido casi una semana desde la última revisión del reportaje quedó desconcertado.

Suspiró y extrañó a la confiable y diligente Pepper, mujer quién se había tomado un descanso al tener que afrontar un complicado inconveniente relacionado con alguno de sus familiares; que, para desgracia de la compañía; no podía evitar. Por ese motivo, ahora cada que paseaba por el laboratorio del señor Stark; antes de que pudiera abrir la boca para informarle que la señorita Potts le mandaba a decir a través de él que aún se encontraba indispuesta, el enojo en la mirada del empresario multimillonario caía sobre sus hombros haciéndole huir en cuanto soltaba el mensaje y salía a grandes pasos hacia el ascensor; oprimiendo los botones de cierre varias veces antes de que el hombre pudiera alcanzarlo.

Happy se estremeció cuando recordó todo lo que tuvo que enfrentar para cumplir con las tareas que Stark luego -a manera de desahogo- le asignaba. Buscar un asistente de reemplazo no había sido fácil, no cuando Tony insistía en que no necesitaba buscar uno.

-¡Pepper es... Pepper! Nadie la puede reemplazar. - La pesada voz detrás de un prototipo de nuevo traje de Iron-man respondió a su sugerencia.

Sin una persona dirigiendo la empresa mientras Stark se ocupaba de lo suyo, sería muy difícil para los empleados - y él incluido- mantenerla estable sin alguien que se encargará de vigilar la productividad de su trabajo.

Le sorprendía la cantidad de personal que se había relajado y disminuido el ritmo de ejecución de sus labores.

Incluso había atrapado a algunos haciendo cualquier cosa para pasar el tiempo, y peor aún; ¡Casi nadie llevaba su identificación al ingresar!

Era muy inaceptable y complicado para él pasearse de un lado a otro y repartir llamados de atención a diestra y siniestra cuando la mayoría hacían caso omiso a sus advertencias.

-Happy... Estoy muy ocupado ahora mismo. Tengo demasiadas responsabilidades ahora... Tengo este problema reciente con el equipo dividido, la ONU me respira en la nuca con un bolígrafo para firmar los nuevos posibles ajustes a los acuerdos de Sokovia; mientras que con la otra tiene cargado el gatillo de un arma. Además de que la compañía vuelve a quedar en mis manos sin Pepper aquí.

La voz de Tony se amenazaba con quebrar, aunque Happy quería decirle tantas cosas; como que la situación pronto mejoraría, solo esperó en silencio a qué el contrario pudiera relajarse y desahogarse de sus pesares.

Eso era mejor a que se los guardara para sí mismo.

- Si pudiera hacerlo hace tiempo que me habría dividido en dos. -Tony vociferó, sudando y sintiendo seca la garganta- Si te preocupa demasiado que el personal revise sus teléfonos. Haré que F.R.I.D.A.Y bloquee algunos servidores de nuestras instalaciones, ¿Será suficiente para ti o los amenazo a todos con una reducción de salario? - La escena de su enfrentamiento a Tony le hizo perder fuerzas en su sofá, estirando sus extremidades para poder relajarse; pero su mente jugaba con él volviendo aquellas memorias para torturarle.

-Señor Stark... Hago lo mejor que puedo, no soy su secretario, ni ahora tampoco su guardaespaldas; tan solo soy un guarda de seguridad. Hasta yo puedo notar el estrés en los empleados, dicen cosas. Hablan sobre usted y la señorita Pepper, algunas charlas no muy agradables -Le respondió y Stark se cruzó de brazos.