| Capítulo XI |

6.8K 693 148
                                    

|Tal vez debería hacerlo a tu manera.

Pareces hacerlo funcionar bien.

Pero las cicatrices debajo de tu piel probablemente se parecen a las mías.|

DREAMSTATE - Split the dealer

Podía sentir la mirada de Callie quemar en mi nuca mientras trataba de limpiar la sangre de mi camisa lo más que podía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Podía sentir la mirada de Callie quemar en mi nuca mientras trataba de limpiar la sangre de mi camisa lo más que podía. Observé, como si ella no me inspeccionara como animal de feria, como el agua de su lavabo se tintaba de carmesí para luego desaparecer por las cañerías. Lo único que le había dicho al aparecer en su puerta como si hubiera salido de una escena de masacre en Texas fue que le explicaría todo cuando volviera la cordura a mi cabeza.

Ya habían pasado treinta minutos y aún no sentía vestigio de ella.

—¿Debo preocuparme? —preguntó sin quitar su mirada de mi cuello. Comenzaba a ponerse incómodo pero, honestamente, yo tendría la misma expresión medio espantada y traumatizada.

Decidí rendirme con la camiseta y limpié mis manos con fuerza, como si el agua fría pudiera quitar la sensación que el haberlo sostenido dejó en ellas. Como si fingir que solo me había caído quitara el hecho de que me había gustado lo que había ocurrido.

Y las imágenes se repetían, una y otra vez. Mi respiración volvía a hacerse trizas cuando el deseo de continuar con lo que habíamos hecho resurgía como una llama plateada entre tanta desgracia. No podía negarlo, tampoco quería hacerlo. Y, para el colmo del universo, tampoco quería ocultarlo.

—Tal vez —susurré manteniendo mis ojos en mis manos. No podía atreverme a levantar la mirada hacia el espejo para encontrarme con la de mi mejor amiga —. Digo, que tan preocupante puede ser que me haya dejado morder por un vampiro —solté con una risa nerviosa que me hizo temblar hasta los huesos.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo al escuchar mis propias palabras, quitando de un zarpazo aquel velo irreal que había escondido todo. Callie no llegó a decir mucho en los segundos que esperé por su accionar, sino que solo se tomó ese momento para observarme y luego ir a cerrar la puerta como si alguien más pudiera escuchar como admitía haber perdido la cabeza —junto a algún que otro galón de sangre—.

Cuando volvió a mí y clavó por fin sus ojos en los míos, los encontré abiertos, casi estáticos y completamente confundidos. Entrelazó sus dedos y apoyó su mentón sobre ellos, mientras yo esperaba que me dijera que había tenido otro mal viaje con alguna de las drogas experimentales de los hermanos de la Luna.

—¿Qué? —soltó en cambio, reafirmando que el lío en el que me había metido era real.

Relamí mis labios, sintiéndose aún algo sensibles. También noté cortes en ellos, pero envié el recuerdo de Darian mordiéndolos tan lejos como me fue posible.

El Encanto del Lobo |BL| |✔️|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora