Capítulo once

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Los días pasaron mientras Porchay no lograba levantar cabeza pues luego de que su hermano descubriera quién le quitaba el sueño, le era mucho peor intentar olvidar lo que sentía por su nuevo guardaespaldas.

No lograba entender porqué le había golpeado tan fuerte pues a parte del físico de Kim, el cual ya le había gustado nada más verlo, el carácter de este era bastante diferente al de Kinn.

Ver cada día a su escolta no le ayuda nada pues el guapo tipo cada mañana amanecía más lindo y su aura misteriosa con rasgos de chico malote, se le hacía todavía más atrayente.

Además, su hermano no hacía más que insistirle en que se le insinuase y provocarse situaciones forzosas para así estar con Kim, cosa que el menor no entendía de Porcshe pues este siempre había sido demasiado tímido y nunca le había escuchado hablar de parejas con anterioridad.

A pesar de ello, finalmente Porchay le hizo caso, así que una tarde lo intentó mientras entrenaban, fingiendo lastimarse un pie y esperando que Kim lo cargarse en sus brazos y lo llevase a la enfermería, esperando que con la mínima distancia entre ellos, causará efecto en el escolta.

Sin embargo, eso solo le sirvió para sentirse totalmente mareado por el aroma del mayor, una irresistible mezcla de after shave, desodorante y el propio olor natural de este.

Otra ocasión fue cuando le pidió ayuda con un gran bicho insistente en su dormitorio, con la esperanza de que Kim se rindiera al verle solo con unos bóxer puestos pero el escolta tan solo lo revolvió todo, sin prestarle la mínima atención

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Otra ocasión fue cuando le pidió ayuda con un gran bicho insistente en su dormitorio, con la esperanza de que Kim se rindiera al verle solo con unos bóxer puestos pero el escolta tan solo lo revolvió todo, sin prestarle la mínima atención.

Incluso un par de mañanas, Porchay, en el interior del coche camino al instituto, rozó varias veces la mano de este, pareciendo un accidente pero nada amoroso ocasionó.

Eso solo le hizo ver, que el guardaespaldas se volviera más distante con él, al igual que había ocurrido tras la conversación que habían mantenido noches atrás, cuando la cena de su familia con los socios de su padre.

Aunque en cierto modo, pareció también que le había causado una reacción, tocado alguna fibra sensible de este, así que durante dos días más, intentó mantener una conversación/interrogatorio con su guardaespaldas camino a sus clases.

Esa última estrategia consistió en hablar y preguntar sobre sus vidas con la intención de conocerse mejor y mostrar su interés pero Kim pero este tan solo le contestó con monosílabos y sin apartar la mirada de la carretera ni una sola vez.

Con ese último intento, el menor de los Kittisawasd no solo lo consiguió la atención romántica de su guardaespaldas que deseaba, sino que causó que este le esperase a la mañana siguiente encima de otra de las motos.

Kim le dijo que era porque le apetecía cambiar, aunque el más joven no le creyó pues sabía cuanto le gustaba conducir el deportivo a su guardaespaldas.

Porchay se dio cuenta entonces lo que su interregatorio había provocado pues yendo en moto no podrían hablar nada que le fuera incómodo para Kim.

Porchay se dio cuenta entonces lo que su interregatorio había provocado pues yendo en moto no podrían hablar nada que le fuera incómodo para Kim

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4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz