Black Roses 🖤 (JJK) COMPLETA

𝓒𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮

Capítulo 14
Grandes dosis

—Eso es lo que pude conseguir—miro a Jin—Estuve mirando sus brazos y su cuello, no parece tener mordidas—noto como se tranquiliza un poco—No dejaba de preguntar si estabas bien.

—Pudo haberla hipnotizado para decir esas cosas.

—No lo creo, ella parecía ser muy natural mientras hablaba.

— ¿Irás a verla esta noche? —pregunta JungKook.

—Incluso si no vas esta noche podrías encontrarte con ese hombre en cualquier momento, Jade dijo que a veces suele ir a escucharla cantar—SeokJin pasa su mano por su cabello acariciando su frente con cierta angustia—Oye—me acerco lo suficiente tomando sus manos—Jin, ¿Te alejarás de Jade incluso cuando nos dijiste pensar en ella todo el tiempo?

—No puedo verlo, no quiero hacerlo—y en sus ojos oscuros se nota el miedo que tiene.

—Él no podrá lastimarte de nuevo, iré contigo.

—MinJi—miro a JungKook.

— ¿Dejaremos a Jin en esto?, necesita nuestra ayuda, ¿Crees que quiera lastimarlo con sólo verlo? —regreso mi mirada a SeokJin, incluso está temblando—Yo no te dejaré pasar por esto solo, en algún momento tendremos que decirle la verdad y no creo que dejarte solo sea lo mejor—él me abraza—Prometimos ser compañeros de sanación, ¿No?, estoy cumpliendo mi promesa.

—Gracias, MinJi—susurra sin soltarme. Doy pequeñas palmaditas a su espalda notando la mirada oscura del pelinegro.

...

El sol comienza a descender permitiendo que Jin pueda salir, le había dicho que podía quedarse otra noche, pero insistió en volver a su casa. Una vez cierro la puerta de la casa, giro sobre mis talones dirigiéndome a la cocina, no pasa mucho en el que JungKook apoya sus brazos del mesón observándome. Un tanto harta del silencio incómodo decido hablar.

— ¿Qué vas a decirme?

— ¿Quieres ayudar a Jin o quieres ayudarte a ti misma? —levanta su ceja con los piercings. La camisa de mangas cortas deja la mitad de su tatuaje expuesto.

—Ya te dije que no pienso decirle la verdad ahora mismo.

— ¿Entonces cuándo?

— ¡No lo sé! —tomo una bocanada de aire calmándome—Intenta entrar en mis zapatos, ¿Le dirías a SeokJin que el hombre que lo tomó como un juguete es tu padre? —su rostro es serio. Sabe que tengo razón—No puedo decirle algo que no he confirmado por mi cuenta.

—Así que pretendes comprobar por ti misma que es el JiHoon que crees para decirle la verdad.

—Si fuera el JiHoon que creo...quisiera saber, ¿Por qué trata a Jade como su hija cuando he pasado todo este tiempo sola? —niego con la cabeza—Debías ver cómo sonreía al hablar de él, si confirmo lo que quiero saber sentiré envidia de ella, ¿Por qué ella y no yo?, ¿Me apoyarás o seguirás diciéndome que lo que hago está mal?

El chico lo piensa un segundo, mira hacia el techo como si estuviera pidiendo paciencia conmigo.

—Creo que la sesión con HyeLin debería esperar, al menos hasta que veamos al tutor de Jade.

—Opino lo mismo—asiento.

—Pero sigo un tanto preocupado de esta situación—su teléfono interrumpe la conversación. Antes de responder frunce el ceño, lo acerca a su oreja respondiendo— ¿Sí?

Sus ojos van a mí, parece un tanto sorprendido.

— ¿Quién es? —susurro.

—Sí, estaremos allí—cuelga—YoonGi acaba de llamarme, HanNa fue llevada al hospital.

— ¿Qué?, ¿Qué pasó?

—Jimin se excedió un poco o eso parece.

...

Que un vampiro visitara un hospital requería cierto autocontrol, este es el lugar donde la sangre se volvía más tentadora aún, no importaba si la persona estaba enferma o no, había sangre en cualquier rincón. Puedo distinguir a Hye y YoonGi en la sala de espera, el chico de cabello plateado se muestra un tanto inquieto.

—Justo ahora íbamos a la habitación donde trasladaron a HanNa—dice Hye.

— ¿Dónde está Jimin? —JungKook mira al chico.

—Los demás han intentado comunicarse con él, pero no responde.

—Ustedes dos vayan con HanNa.

—Tengan cuidado.

—No salgan de aquí hasta que volvamos—sé que JungKook lo dice más por mí. Asiento viéndolos alejarse, sigo a Hye por el pasillo hasta la habitación, HanNa está en la camilla con una aguja en su brazo, está inconsciente, a medida que avanzo puedo ver las vendas en sus muñecas.

—Hye—mi voz es baja— ¿Qué pasó exactamente?

—Jimin ha estado alimentándose de ella, le dije a HanNa que tuviera cuidado—se coloca del otro lado de la camilla—Fue TaeHyung quien nos llamó, dijo que había pasado a visitarlos, HanNa estaba en el suelo desmayada.

— ¿Y Jimin?

—Estaba bebiendo de ella, un poco más y no vive para contarlo—me mira—Creo que ambos están adictos a esto.

—Hace unos días estuve preguntándome que se sentiría—HanNa sonríe algo avergonzada—Estaba tan molesta de no poder tomar la misma cantidad de bolsas y estaba tan estresada con el idiota de mi superior que...recordé lo que dijiste una vez sobre sentir un ligero dolor, pero al mismo tiempo un estado de...calma—frunzo el ceño.

—No dije eso, dije que dolía al principio y luego sólo se sentía...—no sé cómo explicarlo por lo cual muevo mis manos.

—Dejaste que Jimin bebiera de ti—resume Hye— ¿Dónde te mordió?

—Justo aquí—señala su hombro derecho, la tela de su blusa cubre la cicatriz. No me gusta lo orgullosa que suena, las tres ocasiones que he dado mi sangre a JungKook han sido por diferentes razones, pero nunca porque lo disfrute en sí—Se sintió realmente bien.

— ¿Qué dijeron los doctores al ver sus muñecas?

—Creen que ella es una sobreviviente de la pandilla que ataca la ciudad, TaeHyung mintió diciéndoles que la encontró en un callejón, poco antes de que llegaran dijo que buscaría a Jimin—con cuidado acaricio mi cicatriz— ¿JungKook sigue bebiendo de tu sangre?

—No—la miro—No existe ninguna adicción entre nosotros, él detesta hacerlo, ni siquiera lo hizo cuando hicimos...—me detengo en seco al ser consciente de lo que diré. Hye me mira curiosa esperando que continúe.

— ¿Hicieron qué?

—Luego te digo.