El mensaje en la pared.

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Por otra parte, en casa de Elizabeth el ambiente también era triste, te encontrabas en tú habitación tumbada en la cama viendo al techo, cuando escuchaste unos pasos que se dirigían a la habitación, oíste como giraban de la manija de la puerta, giraste sobre tu hombro y te recortaste sobre este sin querer mirar a la persona que acaba de entrar.

-Sé, que debes de estar molesta – dijo Elizabeth mientras se sentaba en la orilla de la cama – y no te culpo, pero debes de entender que tu abuelo y yo nos preocupamos por ti, sin Dumbledore en el castillo...no es seguro, cualquiera podría ser atacado ahora. - No dijiste nada, solo giraste un poco la cabeza para mirarla. – Bien creo que deberías de sacar las cosas del baúl y acomodarlas, tu lechuza está en la sala, espera un poco a que oscurezca y deja que salga a volar un rato para que pueda estirar las alas.

Salió de la habitación no sin antes darte un beso en la frente, miraste hacia la puerta que se cerraba, dirigiste la mirada al baúl que se encontraba junto a la cama. Te levantaste y fuiste directamente hacia el, diste un gran suspiro lo pusiste sobre la cama y empezaste a sacar las cosas del interior de este. Tomaste las túnicas y uniformes junto con la demás ropa y la llevaste al armario, seguiste acomodando los libros por un largo rato, hasta que encontraste algo en el fondo del baúl. Una foto que Colín te había regalado, en donde se podía ver a Hermione, Harry, Ron y a ti descansando cerca del lago. La pusiste sobre el escritorio, en ese momento llamo tu atención el libro que te había dado Alex en tu cumpleaños, notaste como sobresalían algunas páginas de este mismo y lo tomaste.

-Querida saldré un momento, olvide unas cosas en la oficina – escuchaste decir a Elizabeth desde abajo – tratare de no tardar, iré por la red flu, Lala se quedara contigo ¿está bien?

-Sí, descuida – respondiste desde la habitación – ve tranquila estaré bien, si necesito algo se lo pediré a Lala – terminaste de decir mientras observabas con atención el libro.

-Bien, volveré en un momento, te amo – contesto mientras se ponía la túnica de viaje y guantes, caminó a la chimenea donde Lala ya estaba esperándola con los polvos flu.- tratare de no tardar, mantente cerca de ella, no la dejes sola ¿quedo claro?

-Sí señorita Lala ha entendido lo que tiene que hacer – dijo la escuálida elfa a la vez que asentía con la cabeza – cuidar de la señorita T/n y no dejarla sola.

-Perfecto – la joven bruja dio un suspiro, mientras miraba a la elfa desde la chimenea – las veré en un momento... "al ministerio de magia Londres" – dijo por ultimo al soltar los polvos y desaparecer en medio de la llamarada verde.

-Esto...esto no tiene sentido – repetías mientras observabas las páginas del libro – tiene que ser un error – lo cerraste, para confirmar que se trataba del que te había dado Alex – si es un libro de hechizos y encantamientos... ¿qué hace esto aquí? – tomaste las páginas que sobre salían y te sentaste en la orilla de la cama tratando de entender – si esto es cierto quiere decir... que lo que ha atacado a los estudiantes ha sido esto. – Te quedaste sentada por un largo rato leyendo una y otra vez las páginas que sostenías.- Los chicos ellos...ellos deben de saber esto.

En el colegio la noche había llegado, Harry y Ron estaban en el gran comedor junto con sus demás compañeros, mientras cenaban ningún estudiante de segundo año mencionaba nada sobre lo que había ocurrido durante el día con T/n, para todos en la mesa de Gryffindor era obvio que Harry la estaba pasando bastante mal ya que casi no había probado bocado.

- Seguramente te escriba mañana – menciono Neville a Harry – y talvez la puedas ver durante las vacaciones.

-Eso, si el ministro no la manda antes a París – escucharon decir a Percy y todos los que estaban cerca lo miraron.

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