NUESTRO PRESENTE

10

MATSURI

—Niñas, iré al hospital a ver a Temari, volveré en un par de horas —anunció Lady Tsunade.

—De acuerdo —respondimos Karin y yo para después escuchar la puerta cerrarse.

Tras unos segundos de silencio por fin hablé.

—Muy bien, reúnanse —dije en voz alta.

Karin, Ino, Sakura, Hinata se acercaron a mi rápidamente y se repartieron en los sillones de la sala. Todas me miraron desde sus posiciones.

—Estuve hablando con Sai —informé—. Creo que sería bueno que entrenaran antes de que fuéramos a rescatar a Tenten

Las chicas me miraron sin decir nada.

—Es obvio que hemos perdido a una de las personas mas fuertes con las que contábamos, si se encontraran en peligro daríamos por hecho que Tenten siempre intervendría antes de que salieran lastimadas, pero ahora que no está lo mejor es que ustedes aprendan a defenderse. Vamos a un lugar muy peligro y aunque aun queda un mes y medio para que el plan se ponga en marcha debemos aprovechar ese tiempo tanto como sea posible. No espero que en un mes logren aprender lo suficiente como para ganarle en una pelea a alguien de la organización, pero espero que aprendan lo suficiente para durar el tiempo necesario en una pelea antes de que alguien pueda ayudarles. Necesito que sepan defenderse por si la situación lo requiere y estoy segura de que así será.

—¿Tu nos entrenaras? —preguntó Sakura.

—Si —asentí—. Hinata ya sabe de autodefensa, se que a las demás Tenten les enseñó un poco, pero el entrenamiento que les pondré será mucho más exigente.

—Entiendo —dijo Ino.

—Entrenaremos todos los días, empezando desde hoy, lo haremos cuando Lady Tsunade no esté.

SAI

Miré a los chicos mientras entrenaban entre ellos. Me alegraba que supieran lo que hacían, habían llevo clases de artes marciales mixtas desde que eran niños, no debía preocuparme por ellos. Pero lo hacía. Las personas de la organización eran crueles y despiadadas, no seguían reglar, su intención era lastimar al momento de una pelea. Por mas que los chicos fueran buenos en sus entrenamientos, no sabían como era en mi ambiente.

Suspiré contrariado. Matsuri me dijo que comenzara a entrenarlos, pero no estaba seguro de que fuera una buena idea.

—¿Qué sucede? —Shikamaru se sentó junto a mi.

—Los observo, no puedo evitar pensar que estoy observando a mis amigos entrenando y preparándose para su posible muerte, no puedo creer que les pedí eso.

—¿Tan poca fe nos tienes? —bromeó.

Lo miré serió y su sonrisa se borró.

—Hablo en serio Shikamaru.

—Lo sé —suspiró—. Pero esto es lo que las familias hacen, se cuidan los unos a los otros.

—Si, entiendo —pensé en mis padres, en como me habían mentido para cuidarme.

—Todo saldrá bien —dijo Shikamaru inexplicablemente optimista.

Quise creerle, de verdad que si.

DEIDARA

Lancé una patada hacia Omoi, la esquivó e hizo amago de propinarme un gancho derecho, pero lo detuve e hice que retrocediera.

Tras unos segundos mas de pelea logre tirarlo y contenerlo en el piso, no sin antes llevarme un rodillazo de su parte directo a mis costillas, Me separé de él mientras intentaba recuperar el aire.