Capítulo XXI

40 6 0
                                    

Eleonor.

Miedo.

De ese miedo que te pone nerviosa y hace que tus manos sean incontrolables a tal punto de temblar, quieres llorar y no puedes cerrar los ojos nuevamente.

Había vuelto a soñar, pero esta vez había durado más de lo normal.

Sara terminaba muerta, sí, después una casa en llamas, un grito de mujer, alguien me seguía, sangre. El chico desconocido, lograba atraparme.

Después, todo fue solo un fondo blanco.

Intenté olvidar el sueño de momento, estaban pasando muchas cosas al mismo tiempo y no quería colapsar; debía mantenerme estable, fija en mi objetivo, pero debía buscar una forma de parar mis pesadillas o mis padres notarían que estaba tomando más pastillas de lo normal y no quería que los llamaran.

No necesitaba la atención de ellos. Estaba acostumbrada a las pesadillas sobre mi hermana pero desde que había llegado al pueblo eso había cambiado.

Por mi mente pasó decirle algo de eso a Edrik pero lo borré de inmediato, era algo mío.

No tenía idea de cómo actuarían los Eros hoy, si debía sentarme con ellos o podría estar cómoda con Evora y las chicas.

La mención de mi amiga logró devolverme a la realidad. Tenía varias llamadas perdidas suyas y de Camille, ambas sabían de mi reunión con Edrik y estaban preocupadas.

Yo: Lo siento me quedé sin batería. Luego les cuento.

No pensaba hacerlo del todo, tenía que protegerlas de ellos, pero al mismo tiempo necesitaba a una persona que me dijera que hacer y si debía elegir a una esa era Evora.

No metería a Camille en esto.

<<Es demasiado para ella>>.

No podía hacerle eso, Evora era más fuerte.

Pero prefería que no fuera ninguna.

<<Demonios Jaeiden ¿dónde estás?>>.

Recordé que día era hoy y sonreí herida en cuanto lo noté: Hoy iría a casa de mis vecinos a ayudar con la habitación de mi mejor amigo.

-¡Eli vamos! Llego tarde.

Sí, esa había sido Sara.

Hoy estaba diferente, la conocía de toda la vida. Su semblante me indicaba que algo estaba tramando. No me gustó.

-Lo que sea que estés pensando simplemente no. - Le reñí.

-¡Qué exagerada eres! No estoy diciendo nada.

-Exactamente.

-Anda vámonos.- Dijo cogiendo sus audífonos y colocando música de Blackpink

No dije más, pero algo no me convencía.

<<mentiras>>.

_____

Evora no se esperó hasta el final de las clases para preguntarme sobre lo que había pasado ayer. Tuvimos que encerrarnos en el salón luego de que todos se fueran al comedor para poder hablar.

CertezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora