❛ SWEET, SWEET! ❜

甜甜甜甜！; CO1 : Tímido. ❜

Desde que conoció a SeokJin, NamJoon había sido fan de sus encantos. Y no es de menos, pues el mayor tenía unas hermosas facciones, así como una personalidad angelical. Simplemente ama todo de él, pero no siente que él sea merecedor de tal celestial belleza, por eso prefiere mantener distancia.

Sí, era estúpido, pero según sus pensamientos; era lo correcto. Sin embargo, sus pensamientos y sus amigos no se llevaban bien, pues ellos le decían que él era el indicado para Seok, y sus pensamientos decían lo contrario.

Y bueno, como toda persona sensata que es NamJoon, prefirió hacerle caso a sus amigos, por eso en este momento se encontraba en la puerta del salón del castaño, intentando chocar "erróneamente" con Jin y poder entablar una conversación.

Ojalá salga bien.

El timbre del fin de clases de la mañana había sonado, era el momento. Vamos NamJoon, vamos

El castaño salió habitualmente de su última clase; Química. No la odiaba, pero tampoco le agradaba, así que agradecía que ésta, al fin, haya concluido. No tenía plan con nadie ese día, por lo que iría a su cafetería favorita a comer un croissant con un smoothie de fresa, como tanto le encanta.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando chocó con un chico. Parecía mayor que él, aparte que era atractivo físicamente.

Gracias a Zeus. Pensó.

Al fin alguien interesante se cruzó en su camino. 

Hizo su típica mirada analizadora, la cuál puso nervioso a nuestro querido protagonista; NamJoon. El moreno se puso colorado hasta las orejas, sacando una risa de parte del más bajo.

— Y-yo. . . — jugó con sus manos. — Lo siento, no vi por donde venía y. . . — hizo una reverencia. — Lo siento. — reverencia. — Lo siento.

Es tierno.

Fue lo único que cruzó sus pensamientos, pues, aunque parecía un chico que ocupaba su tiempo libre en el gimnasio (que tenía mucho tiempo libre al parecer), también era una cosita bien tierna.

No lo conoces SeokJin.

Puedo conocerlo.

— No te preocupes. — sonrió. — ¿Te gustaría ir a almorzar conmigo?

Qué.

Qué.

— ¿En serio? Pero no nos conocemos. — NamJoon realmente no se esperaba tal respuesta y su rostro era una clara señal de eso.

— Pues, para aceptar tu disculpa, ven a almorzar conmigo. — ladeó su cabeza en forma tierna. — ¿O tenías planes?

— ¡No! — quizás sonó demasiado desesperado. — Digo, no tengo ningún plan, acepto ir a almorzar contigo.

— Muy bien. — aplaudió feliz. — Entonces. . . ¿Me acompaña, señor desconocido? — sonrió de lado, comenzando a caminar.

— Claro que sí. 

Joon caminó al lado de Seok por una cuadra, llegando rápidamente a la cafetería, pues no quedaba tan lejos del instituto. El moreno abrió la puerta del lugar, dejando pasar al castaño, éste agradeció sonriendo y, como el tonto enamorado que es, lo siguió como cachorro a su dueño.

( . . . )

Después de haber charlado por una hora sobre sí mismos, NamJoon y SeokJin se fueron satisfechos del lugar para sus aulas de las próximas clases. Aún tenían toda la tarde de aburridas clases, pero ahora ambos estaban con mejores ánimos para recibirlas.

NamJoon estaba más que feliz, pues aparte de conocer un poco más de su crush, había logrado conseguir sus redes sociales. No consiguió el número telefónico del castaño, porque pensó que sería ir demasiado rápido.

Así como ir a almorzar con él, sintió que fue muy rápido, un simple choque y lo invitaba a comer, extraño. Sin embargo, no se quejaba, pues lo disfrutó en demasía.

Y como la bola de chismosos que son sus amigos, rápidamente lo asaltaron nada más cruzar la puerta del salón. Bombardeos y bombardeos de preguntas le llegaron desde el momento en el que se sentó. Por suerte no estaban los demás. Terrible emblema sería.

HoSeok y YoonGi analizaron a Nam desde que llegó y por su sonrisa, aparentemente le fue demasiado bien.

— ¿Ves HoSeok? No es necesario preguntar, por la cara que trae se nota que ahora está más pendejo de lo normal.

— Pero no le hables así, déjalo que sea feliz. — regañó el anterior mencionado. — De todas formas, la cara de pendejo ya la tenía.

— Buen punto, pero viene más de lo normal.

— ¡Oigan! ¡Dejen de decirme pendejo! — se quejó el moreno.

— Pues opérate el rostro.

— Pues págame la operación. — contraatacó Joon.

— ¿Touché? — Y NamJoon soltó una pequeña risa.

( . . . )

Su día fue extrañamente cliché.

No sabía a qué se debía. O bueno sí, ese choque con ese chico atractivo, NamJoon parece que le había dicho que se llama.

Como sea, sintió que era cliché, como en esas típicas historias donde un chico choca con la chica bonita del instituto, se enamoran, se casan, se van a vivir a un castillo teniendo a Mickey Mouse de mascota y viven felices por siempre.

Así se sentía.

No es que él tenga atracción hacia NamJoon, tampoco es que mañana él llegará en un unicornio con una propuesta loca de que se case con él, no. Las cosas no son así en la vida real. Además, ni conocía al chico, si quisiera intentar algo, debe conocerlo mejor, no irse a lo ciego, pues esas relaciones nunca funcionan bien.

Mordiendo su labio, dudó en escribirle al moreno. ¿Sería buena idea? Es que, es extraño que le escriba por Instagram, o bueno, él pensaría que es extraño.

Por estar tan sumergido en sus pensamientos, no se dio cuenta que Kim le había escrito y él tenía abierto el chat mientras debatía mentalmente, o sea que el mensaje ya se había marcado como leído. Ni modo, SeokJin, ahora no puedes negarte a contestar.

Al parecer, mala idea no fue contestarle. Pudo conocer un poco más de él, sin embargo, ya lo dio todo por este día y lo mejor era descansar. Por eso se había despedido ya de Kim, se cambió, cepilló y se preparó para ir a dormir.

Una belleza como él necesita dormir suficiente, mañana si no se le olvida le diría buenos días a NamJoon, es una promesa.

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ᯤ̸ © damadekim.
23 % 11 % 22.

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