Lin y Petra || Mcsm

Extra: La Prueba, Pt. 1

(Nota: Ésto sucede entre el final de la tormenta wither y el inició del viaje al corredor de los portales)

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Extra: La prueba, Pt. 1

Con un ligero ruido seco, Lin bajó una de las muchas cajas repletas de objetos de una carreta.

"Oh, no, no te molestes con eso." Al frente de la carreta, un hombre de ojos y cabello negro cuál carbón pausó su labor de alimentar a sus caballos para hablar con la chica más jóven. "Ya has hecho suficiente, niña. No sabés cuánto te lo agradezco, por cierto. Cómo puedo pagarte?"

"No tienes que pagarme nada, lo hago con gusto. Además, venía a la ciudad de todos modos, no es ningún problema."

El hombre resopló y camino hasta ella. "Bueno, no soy un hombre al que le guste deber favores, así que déjame decirte algo... Mi mercancía es valiosa, y nunca faltan los malditos saqueadores acechando las rutas... Y por eso, no puedo aceptar un no como respuesta, niña. Así que, sí no aceptas una paga ordinaria..." Con una llave, el abrió un cofre llenó hasta el tope de papeles enrollados, la mayoría pareciendo antiguos. Después de un momento buscando ente los rollos, sacó uno y prosiguió. "Al menos déjame pagarte de otra forma, considerarlo un regalo de un aventurero a otro."

"Bien, gracias, Gunther." Sabiendo que el hombre no aceptaría un no como respuesta, Lin cedió y acepto el rollo. Al abrirlo, no tardó en notar la identidad del papel, "Un mapa...?"

"Una buena aventura, una buena pelea, y un buen tesoro, el amor de cada aventurero..." Con una ligera sonrisa, el hombre continúo bajando su mercancía. "Ahora, a menos que te interese comprar algo... Me temo que debo seguir con mi trabajo. Los artefactos míticos no sé venden solos, sabés?"

Con una ligera risa, Lin se despidió, "Claro, Gunther, cuando necesite un objeto maldito o una rutina de ejercicio, te lo haré saber."

Al ver a la jóven marcharse, el hombre terminó de bajar su mercancía y se adentro en su establecimiento, buscando un pergamino y una pluma.

Con cada paso, su pierna metálica resonaba con tings contra el suelo de piedra. Un sonido rítmico que no termino hasta que el hombre tuvo todo lo que necesitaba y se acercó a su fiel compañero de viajes, un cuervo de ojos rubí.

La pluma danzó sobre el papel en un baile apresurado y algo desordenado, dejando un camino de tinta junto a un mensaje. Al terminar, Gunther tomó el pequeño rollo de papel y lo ató a la pierna de su compañero emplumado, que alzó vuelo poco después.

. . .

"Es aquí, nena." Acariciando el lomo de su caballo, Nightfall, Lin llegó a un pequeño pueblo casi en medio de la nada.

Ya estaba anocheciendo, así que no tuvo más opción que buscar un lugar para quedarse y desplazar su aventura para el día siguiente.
Al menos, encontrar un lugar para quedarse no había sido difícil... Tenía una sola opción para escoger: la posada del pueblo.

Después de alimentar a Nightfall, la propia Lin decidió comprar algo de comer. Pensó que así sería mejor, no gastaría la comida que tenía y se arriesgaría a morirse de hambre en las mazmorras.

Charlo tranquilamente con algunas personas del pueblo hasta que, al mencionar sus planes, estos le informaron que un niño se había perdido en las mazmorras el día anterior y nadie había podido encontrarlo.
Al ser una aventurera más experimentada, le pidieron buscar al niño mientras ella estaba abajo. Y claro, ella acepto.