Lovers - Jegulus

- 31 - ¿Ocurrió algo malo?

2 de Septiembre 1977

James miró alrededor y después de confirmar que las calles estaban solitarias se metió a un callejón y se puso su capa de invisibilidad. Luego siguió con calma su camino hasta la casa de los gritos.

Le dijo a Regulus que estaría allí a las 8 pero decidió ir más temprano porque no paraba de dar vueltas ansioso en casa.

Al entrar a la casa de los gritos lanzó un hechizo a la puerta y desabrochó un poco su bufanda, cuando vio su reloj se dio cuenta que llegó una hora antes. En ese momento suponía que Regulus estaba cenando y esperaba que después fuera donde él.

Si Regulus no aparecía estaba dispuesto a meterse a Hogwarts, aunque debía tener mucho cuidado para que nadie lo descubriera, era ilegal meterse sin un permiso.

Cuando entró a la habitación lanzó hechizos para limpiar el polvo, apenas eran 3 meses que nadie la utilizaba pero parecía un lugar completamente abandonado. Los arañazos de la puerta y el armario seguían como siempre y la cama solo tenía una sábana blanca al igual que antes.

Minutos después que limpió se sentó en la cama dejando la caja que trajo a un lado, su ánimo estaba por completo en el suelo desde el primero de Septiembre que llamó a Regulus por el espejo y no le contestó aunque insistió. Su cabeza se llenaba de malos pensamientos, le dolía pensar que Regulus no quería hablar con él y se preguntaba qué podría haber pasado y que podría hacer para solucionarlo.

Pasaron aproximadamente 5 minutos más donde se quedó sentado perdido en su preocupaciones hasta que escuchó la madera crujir y la puerta se abrió. Era más de media hora antes de la hora acordada pero Regulus estaba allí. Realmente estaba allí.

James no supo cómo reaccionar, quería sonreír y a la vez quería llorar, su boca se abrió también quería hablar y correr hacia él para abrazarlo, pero decidió quedarse en su sitio porque Regulus se notaba triste y muy abrumado como si no estuviera seguro de lo que pensaba hacer.

Esperó con calma dándole tiempo y cuando Regulus decidió caminar finalmente hacia él, no pudo evitarlo y le sonrió, contento de tenerlo allí. Después cuando se sentó a su lado y lo vio directamente no pudo aguantarlo más y levantó una mano, al acariciar su rostro y dejarla allí sintiendo su piel la expresión de Regulus se rompió por completo dejando de aparentar esa frialdad.

Sintió su corazón doler al notar sus ojos llenarse de lágrimas, Regulus dejó apenas unos segundos que lo viera porque luego escondió el rostro contra su hombro llorando y pasó los brazos alrededor suyo apretándose a él con fuerza, aferrándose como si tuviera mucho miedo.

James también lo abrazó con fuerza, estaba asustado de escucharlo llorar así tan fuerte y le dolía tanto saber que no pudo hacer nada para evitar eso.

Acarició su espalda, acarició su cabeza, el nudo en su garganta aumentaba más con cada sollozo ahogado de Regulus contra su hombro. Controló sus propias lágrimas queriendo ser fuerte para él pero no pudo hacerlo por mucho tiempo porque sus ojos también se llenaron de lágrimas.

–Lo siento –fue lo primero que Regulus le dijo separándose levemente de él aún sin poder controlarse.

–Yo lo siento –contestó James volviendo a atraerlo en un abrazo, no quería separarse de él.

Regulus se apoyó contra él aún llorando y poco a poco mientras los minutos fueron pasando y James siguió acariciándolo sus sollozos se transformaron en suspiros.

–No quiero que estés triste por mi culpa –le dijo Regulus cuando al separarse notó que James también estaba llorando.