Capítulo 6

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El sonido del teclado es lo que único que desentona con la paz del lugar, sus dedos se mueven ágilmente llenando la hoja de todo lo que debe escribir, no pasan de las nueve de la mañana y la montaña de pendientes no parece disminuir, no puede dejar a esos imbéciles muchos días solos porque todo se va al carajo.

Sin embargo, la perfecta armonía del ambiente se rompe en cuanto abren la puerta; el rubio chico de ojos miel sujeta la cantidad de documentos en sus manos mientras recupera el aliento; la presión es distinta con la jefa presente.

—Tardaste—dice sin despegar sus ojos de la pantalla.

—Me disculpo T/N, había una enorme fila en impresión y...

—Mentira, tu trabajo sería más eficiente si pasaras más tiempo en tus deberes que el que pasas pensando en viejos cochinos—responde y el chico se acerca rápidamente hasta ella bastante ofendido

—Me disculpas, pero Enji-san no es ningún viejo cochino.

—Pero yo nunca mencione a Enji—lo mira con una ceja levantada y su sonrisa burlona

—...

—Mejor siéntate, entre más rápido terminemos esto mejor.

Así que toman su tiempo para revisar todos los pendiente. Keigo, al ser el asistente de T/N se encarga de todas sus actividades mientras ella no está, y aunque su forma de ser es bastante peculiar y cuestionable su desempeño laboral no deja hueco a errores.

—¿Cómo lo supiste? —pregunta cuando la pila de tareas parece disminuir un poco.

—¿Qué te mojas por Enji? Bueno, eres algo evidente, se te caen las babas cada que lo ves.

—Mierda—suspira algo molesto, su agilidad e inteligencia como la de un cuervo no estaban siendo útiles ahora, ¿También se habría dado cuenta su superior? Esperaba que no

—¿No piensas decirle a Dabi?

—¿Qué? ¡Claro que no! Mi mejor amigo no puede saber que me gusta su papá, sería una locura, si se entera me mata

—¿Cómo justo ahora? —la puerta termina de abrirse y el viento frío hace que una corriente eléctrica baje por su espalda

—Mierda

—¿Qué dijiste del viejo? —el pelinegro se recarga contra el marco de la puerta mostrando su sonrisa más psicópata mientras el rubio se plantea saltar por la ventana

—Pues pongamos las cosas parejas—una vez al mes venía a trabajar, ¿Qué sería de su diversión si no le pusiera algo de picante a la vida? —dijo que le gusta tu papá, así como a ti te gusta Tomura.

—.....

—.....

—¿Te gusta mi hermano?

—Técnicamente no es tu hermano, es adoptado

—Eres un enfermo, ¿Cómo se te ocurre pensar cosas sucias de mi hermanito? —Hermanito a pesar de tener 22 años—te voy a denunciar

—¿Tú te la pasas pajéandote mientras piensas en mi viejo y yo soy el enfermo? Me acusas injustamente

— ¡No es lo mismo! no pienso dejar que le hables a mi hermano 

—Entonces yo no acepto que te guste Enji

La lucha sin sentido adentro de la oficina de T/N es muy graciosa, tanto como para no parar de reír ante lo estúpido de la situación, entonces la idea de meter más personas en la ecuación le parece interesante 

Be My Daddy (Aizawa y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora