CAPITULO 7

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Logra mentir con descaro frente a sus padres, frente a todos como le es posible, pero cuando nota la mirada tan devastada de Kisaki frente a él, exigiendo con fuerza una respuesta le es imposible mentirle, la garganta se le cierra y las palabras se le atascan en el fondo de su estómago, pasa saliva y se vuelve tan doloroso como una bala atravesando su pecho.

—¿Quien mierdas eres?— la pregunta de Kisaki lo hace torcer el rostro con disgusto, no está preparado para hablar del tema, en realidad no sabe cómo hacerlo.

El silencio se apodera de la habitación y lo único que escucha es su respiración y palpitaciones a mil, como si fueran una bomba en cuenta regresiva, apunto de explotar.

—....V-vengo del futuro—susurra mientras sus palabras se desinflan y quedan en un hilo de voz roto, su conciencia se nubla y no sabe qué más decir, no puedo inventar nada, no hay mas cosas que la verdad.

—¿De qué mierdas...?— Kisaki exhala todo el aire contenido en sus pulmones, la tristeza lo esta carcomiendo y le nubla todo sentido, solo quiere saber porque su amigo lo odia, no quiere ser odiado, no más de lo que él mismo se odia—¿Que dices..

—A qué mierdas juegas— Hanma escupe con voz ronca y seca, mientras se aproxima al menor y lo toma del cuello de su camisa, estrellando el pequeño cuerpo a la pared, logrando que el rostro de Takemichi se decore en una mueca de dolor— ¿Del futuro? ¿Vienes del futuro?

Sonríe de a poco hasta que se transforma en una risa, la risa maniática que vio en la línea original, el sonido inunda los oídos de Takemichi quien mira directo al oji ámbar, sonaban como hienas carroñeras llenas de sed, llenas de odio, la risa se apaga de a poco y sus labios se estrecha formando una mueca amarga, mientras sus ojos expresan el despreciable vacío.

Nunca Hanma lo habia mirado asi, ni siquiera en la línea original, ni siquiera después de la muerte de Kisaki. Decepción. Asco. Y sobre todo Traición.

Sus ojos se llenan de lágrimas, Hanma nunca lo miro distinto, nunca, si no hasta ahora que descubre quién es el verdadero Hanagaki Takemichi. Solo sube sus manos donde el mayor lo agarra y presiona sobre los puños en su pecho, envolviendo los.

—Te lo juro—susurra mientras las lágrimas resbalan a sus mejillas y mentón, tratando de recuperar aire que llene sus pulmones para lograr hablar— No miento, y-yo enserio no les miento.

Los ojos ámbar se nublan por  lagrimas acumulándose, no ha visto a Takemichi llorar, no sabe realmente si ha visto algo real de ese niño, no sabe si las palabras en ese cuaderno expresan todo lo que Takemichi ve en el.

Un Demonio

Sabe que es inmaduro, sabe que vive en un lugar de mierda rodeado con gente de mierda, sabe que no es  fuerte pero lo intenta para serlo algun dia, intenta ser un adulto para que no duela lo que la vida le prepara, pero nunca espero que con una simple palabra todo lo bueno que estaba intentando fuera destruído y no quedará nada más que escombros. Todo se esfumó porque el futuro en el que estaba depositando su esperanza, era junto a Takemichi Hanagaki.

Y Takemichi se había burlado en su cara jugando con lo más real que su alma era capaz de dar, su lealtad.

Suelta el cuerpo del menor dejando que se choque contra el piso, sus vista se vuelve borrosa por el mar en sus ojos, levanta la mirada hasta el techo evitando derramar lágrimas. Se siente apunto de desmoronarse, apunto de ceder ante su debilidad, antes de caer, antes de derivarse un cuerpo más pequeño que el suyo se aferra a un costado de el, brindándole estabilidad, su mirada solo encuentra el cabello liso azabache, junto a los lentes y ojos grises inexpresivos. Por un momento duda quien estará sufriendo más este acontecimiento entre los dos, ¿él o Kisaki?.

20 años ¿en el pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora